lunes, 19 de noviembre de 2012

Sonidos extraños en el cielo de Comodoro Rivadavia (Argentina)




http://www.nuevodiarioweb.com.ar/notas/2012/11/19/extranos-sonidos-escuharon-cielo-chubut-422723.asp

CHUBUT.- Un extraño momento se vivió el pasado miércoles en la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia. Extraños sonidos, similes a los de una trompeta, sonaron desde el cielo, o al menos eso parecía.
El fenómeno llamó la atención de los habitantes del lugar, y uno de ellos logró capturarlo en video y difundirlo a través de YouTube. El sonido es fuerte e inquietante. Quienes pudieron ver la película 'La Guerra del los Mundos' podrían hallar cierta similitud.
Aunque parezca increíble, no es la primera vez que este hecho es registrado por testigos ocasionales. En otras ciudades del mundo también hubo reportes y algunos medios no tardaron en ponerle nombre a esta rareza; lo llaman "sonidos apocalípticos".
Si bien el fenómeno no pudo ser explicado aún por científicos, es atribuído por los escépticos a la liberación de energía por parte de la Tierra, tarea que también cumplen los movimientos sísmicos.
Los más paranóicos, aseguran que se trata del aviso del comienzo del final de los tiempos, el juicio final, y aseguran que se trata del sonido de las siete tropetas del apocalipsis.



- Las siete trompetas del apocalipsis
Primera trompeta: Se quema la vegetación de la tercera parte de la tierra.

Segunda trompeta: Se destruye una tercera parte del mar, ríos y manantiales.

Tercera trompeta: La estrella Ajenjo cae sobre la tierra y envenena la tercera parte de las aguas.

Cuarta trompeta: Las cuatro primeras trompetas traen desastres naturales sobre el mundo: se quema la vegetación y queda afectado el mar, los ríos y los manantiales; es decir, el medio ambiente del hombre. La cuarta trompeta anuncia un desastre en el universo que afecta al sol, la luna y las estrellas (8:6:12).

Quinta trompeta: Se anuncia la caída de una estrella a la tierra (9:1). El Abismo es también de donde sale la bestia (11:7 y 17:8). Es donde es atado Satanás (20:3). A la estrella se le dió la llave del pozo del abismo que, nuevamente, indica la soberanía de Dios porque es El de quien depende la llave. La quinta trompeta se interpreta como un ataque demoníaco contra la humanidad, por lo que sería natural que la estrella fuera su amo, es decir Satanás, identificado aquí como Abadón o Apolión. Es el ángel del abismo; su nombre es Destrucción (9:11).

Sexta trompeta: Se ordena soltar a los cuatro ángeles que están atados a orillas de río Eúfrates. Por lo que se describe a continuación, esos ángeles son diabólicos y estaban a la espera de ese momento. Es posible que sean los mismos de los que se habla en Ap. 7:1, en cuyo caso, al estar en los cuatro puntos cardinales (las cuatro esquinas de la Tierra), ese castigo sería dado a todo el mundo, o sea, a toda la humanidad.
El castigo expresado en la sexta trompeta es con seguridad una guerra, que exterminó a un tercio de los hombres por medio del fuego, azufre y humo. La humanidad aquí es acusada de adorar a demonios, que ya en la quinta trompeta asedian a la humanidad, y posiblemente también en la sexta trompeta. La advertencia corresponde al pecado. Más adelante encontramos a la humanidad adorando al dragón y a la bestia (13:4) y a su imagen (13:15); eso es idolatría.

Séptima trompeta: Anuncia el inicio del Reino de Dios sobre la Tierra.


jueves, 15 de noviembre de 2012

TENEMOS QUE HABLAR DE KEVIN




http://www.blogdecine.com/criticas/tenemos-que-hablar-de-kevin-el-terror-esta-en-casa

El Kevin del título es el hijo de los protagonistas, interpretados por Tilda Swinton y John C. Reilly, un niño problemático y difícil desde sus primeros años, que supondrá un desafío para ambos, aunque especialmente para ella, una madre entregada, pero superada, que no será capaz de imaginar hasta dónde puede llegar el mal comportamiento de su hijo.

El aspecto estético está muy cuidado, dando como resultado una espléndida fotografía y una composición de planos que no puede pasar inadvertida. La constante del color rojo –que comienza en España en una fiesta popular retratada como si se tratase de una masacre– sirve a la realizadora como un leit motiv muy relacionado con todos los temas que aborda la cinta: amor, muerte. La inquietante banda sonora de Jonny Greenwood tiñe de dramatismo escenas en las que no habríamos leído tanto contenido. Algunas de las canciones, por ejemplo la famosa ‘Last Christmas’ de Wham, algunas Country o la alegre ‘Everyday’, de Buddy Holly… están escogidas para contrastar, en lugar de enfatizar, los sentimientos de la película o quizá para servir de alivio durante la contemplación de situaciones demasiado exasperantes.


Para muchos espectadores, sobre todo para aquellos a quienes les quede muy lejano el drama de la paternidad, el interés radicará en la interpretación magistral, entregada y completa de Tilda Swinton, una actriz de la que no podemos esperar otra cosa, plena de fuerza y de vulnerabilidad y dotada de un físico que ya está gritando carisma. Los actores que van interpretando a Kevin en sus diferentes edades y que culminan en Ezra Miller, ese ser andrógino de belleza tan extrema como inquietante, interpretan en un registro que empieza a abandonar el realismo del drama para rozar los matices del terror. C. Reilly está perfecto en el papel de una persona egoísta y acomodaticia, que apenas supone nada ni como marido ni como padre. Aunque la presencia del actor es muy reducida en comparación con la de los otros protagonistas, su mínima intervención tiene mucho peso sobre los sucesos.

La decisión narrativa principal que ha tomado la autora se justifica en el propósito de aportar intriga a un relato que se habría limitado a extraer emociones como la indignación o la tristeza. Para ello utiliza el recurso, más habitual en los thrillers, de reservarse hasta el último momento la revelación de unos hechos que ya han ocurrido. Este ardid suele ser ingenioso y estar bien empleado cuando esa falta de información se debe a algo y los propios personajes son quienes van llegando a los descubrimientos. Pero aquí se introduce de forma caprichosa, ya que no obedece a nada, no hay nadie que lo esté conociendo: se nos dosifica solo a nosotros, los espectadores. Por ello, se podría decir que hay algo de tramposo en este paralelo en el que lo más contundente se deja para el final. Lo peor no es la gratuidad de la táctica, sino que lo cierto es que no habría hecho falta, ya que la situación es tan intensa como para valerse por sí sola, renunciando a la intriga y, al mismo tiempo, ese desenlace es fácil de prever.


La maldad puede ser innata: ‘Tenemos que hablar de Kevin’ cuestiona esa inocencia innata que se le presupone a cualquier persona y nos viene a decir que lejos de influencias externas, educación, falta de cariño o comprensión, hay personas que pueden ser malas por naturaleza o, al menos, estar trastornadas desde su nacimiento. La película analiza la negación. Ninguna persona quiere creer que su hijo sea así, nadie acepta que un niño pueda albergar maldad. Este autoengaño se produce en ambos progenitores, pero más aún en el padre, a quien el hijo manipula para que crea que es bueno y que todo son imaginaciones de la madre. El marido no llega a dar crédito a su pareja en ningún momento, ni se pone de su parte. No llega siquiera a cuestionar esa posibilidad, ya que es mucho más cómodo aferrarse lo bonito y lo fácil. Esta falta de comprensión o apoyo en el cónyuge, que apenas se recalca, aunque no pueda obviarse, es uno de los más interesantes estudios de la obra.


No nos encontramos ante una crítica hacia la paternidad mal desempeñada o hacia las negligencias parentales. No muestra a una madre que dedica el tiempo a su trabajo, cosa que han hecho siempre los padres y que ahora se cuestiona cuando son las mujeres las que compaginan ambas cosas. El personaje de Swinton se entrega por completo a la educación y crianza, dándolo todo, dejándose la piel, la autoestima y el orgullo, para resultar comprensiva y cariñosa. Queda claro que, teniéndolo todo, el niño ha nacido malo. Mientras la película no acusa a la madre, muestra cómo la sociedad sí lo hace. Si de algo tiene culpa Eva es de no haber sido más severa o más drástica o de precisamente no haber dejado la educación en manos de otras personas, más expertas en ese tipo de problemas.
Al presentar una maldad innata que hasta ahora nunca se había aceptado, ‘Tenemos que hablar de Kevin’, nos recuerda a clásicos del género de miedo, como los que componen la saga de ‘La profecía’, en las que Damien era una encarnación del demonio. No sé si casual o voluntariamente, los niños que ponen rostro a Kevin se dan un aire con el actor que representaba a aquel chaval diabólico. Así, este drama se convierte en una cinta de terror psicológico, que echa manos de recursos del trhiller.

STAR WARS Y DISNEY

La compra realizada por Disney de toda la factoría Star Wars ha generado una espontánea e inmediata reacción de los fans. Hay centenares de gráficas originales, sumamente graciosas. Aquí algunos ejemplos:
















EL DICTADOR





http://www.blogdecine.com/criticas/el-dictador-desvergonzado-autoritarismo

Uno de los principales problemas de las comedias que se estrenan en los últimos tiempos es la tiranía de lo políticamente correcto. Y es que te puede salir alguna asociación a criticar algún chiste aparentemente inofensivo y no quedará otra que disculparte, llegando incluso a tener que eliminarlo si se trata de un spot publicitario o borrarlo para emisiones (o ventas en formato doméstico) posteriores. De hecho, ni hace falta que haya sido algo intencionado como lo que sucedió en el caso de ‘Juego de Tronos’. Todo esto hace necesaria la existencia de kamikazes del humor como Sacha Baron Cohen, del que mañana llega a España ‘El Dictador‘.

Imagino que, más o menos, todos conoceréis el triplete cómico anterior encabezado por Baron Cohen: La insufrible ‘Ali G Anda Suelto’ y los falsos documentales ‘Borat’ y ‘Bruno’, siendo divertidísimo el primero y del montón el segundo. De hecho, la gran constante de esas películas era el hecho de Dan Mazer había colaborado en el guión de las tres (y Anthony Hines en el de las dos últimas), pero Baron Cohen ha preferido cortar por lo sano y utilizar nuevos guionistas para ‘El Dictador’, seguramente influenciado por las acusaciones de desgaste que tuvo ‘Bruno’. De hecho, también se ha prescindido de la fórmula de mockumentary, ya que Baron Cohen era ya alguien perfectamente reconocible, limitando esto sobremanera las posibilidades de grabar ciertas escenas bajo el look visual documental.


Eso sí, no creáis que esos cambios de guionistas se han traducido en un cambio importante en el humor utilizado en ‘El Dictador’, puesto que lo escatológico, ofensivo, cruel, políticamente incorrecto y obsceno sirven como base para una película que se no se olvida de su componente satírico a la hora de retratar al dictador de un país imaginario. Cierto es que lo paródico gana enteros respecto sus predecesoras, pero todo está encaminado hacia lo mismo: Reírse no sólo de la política, sino de cualquier tabú que cuadre meter en la película. Aquí los límites al humor los tiene que imponer el espectador sobre lo que le hace reírse, por culpable que pueda llegar a sentirse por ello. Obviamente, eso provoca varias irregularidades en ‘El Dictador’, tanto porque no todos los gags funcionan (hay unos cuantos que son de reaccionar con un ‘¿pero qué me estás contando?’) como porque alguno pueda sentirse incómodo por la fórmula empleada por Baron Cohen.


Una cosa que le sienta muy bien a ‘El Dictador’ es optar por una narrativa convencional que es cierto que despoja a la película del toque distintivo de sus precedentes, pero ya en ‘Bruno’ resultaba un tanto impostado, siendo, en mi opinión, uno de los aspectos que hacían que no funcionase tan bien como ‘Borat’. Larry Charles, que también dirigió las dos títulos mencionados, demuestra su capacidad para controlar el tempo de la historia y que ésta evolucione a buen ritmo. Sí que hay que confiar en ciertas casualidades para ello, pero es que la propia película no se toma nunca en serio a sí misma, estando permitido cualquier disparate que pueda arrancar las carcajadas del espectador. Y doy fe que es algo que se consigue en no pocas ocasiones, encima manteniendo el acierto de contar con un metraje suficientemente reducido para que los espectadores no lleguen a cansarse de lo que están viendo, siendo éste uno de los grandes males de la comedia moderna.

No seré yo el que dude del timing cómico de Sacha Baron Cohen, ya que es capaz de hacer graciosos chistes con los que normalmente jamás me reiría, pero tampoco es un Dios que salva todo lo que toca. Aquí demuestra su capacidad para desdoblarse en varios papeles, ya que la premisa de la película es que el dictador protagonista es traicionado y suplantado por un doble al que interpreta un Baron Cohen que no tiene el más mínimo problema en humillarse todo lo que sea necesario para nuestro regocijo. A su vez, consigue, a través de una mezcla de carisma y talento, que Aladeen, un dictador despreciable que no duda en ordenar asesinar a todo aquel que le molesta (por leve que sea dicha molestia) o faltar al respeto a todo el mundo, resulte alguien cercano al espectador y no tenga problemas en que su empatía vaya con él.
Uno de los puntos que ayudan a ello es ser víctima de un diabólico complot para conseguir la instauración de la democracia en la República de Wadiya. Habrá quien ahora esté pensando que vaya chorradas estoy diciendo, pero es que esa democracia no es más que una cortina de humo para vender los recursos del país a tétricas multinacionales que quieren apropiarse de los recursos materiales de Wadiya a precio de risa. Es cierto que ‘El Dictador’ no profundiza demasiado en ello, pero tampoco es necesario, ya que consigue su objetivo de que el espectador desee la supervivencia de un dictador, ya que, y como deja bien claro la propia película, hoy en día hay muchas democracias que no son mucho mejores que la peor de las dictaduras.


Una cosa que me gustaría señalar es que no os informéis acerca de los cameos que hay en ‘El Dictador’, ya que son uno de sus puntos fuertes (genial el de cierto gran actor que no tiene problemas en prestarse a aparecer sólo unos pocos segundos para una broma de corte sexual), siendo una pena que ya se hubiese comentado tanto la breve presencia de Megan Fox. Hay más, y todos funcionan a la perfección en su finalidad cómica. Por lo demás, Anna Faris vuelve a demostrar su versatilidad como actriz cómica como una ingenua pacifista, Ben Kingsley deja muestras de su saber estar y Jason Mantzoukas supone el contrapunto perfecto para que las acciones de Aladeen resultan aún más absurdas y alocadas.
En definitiva, ‘El Dictador’ es una cinta divertida pero irregular, en la que lo mismo te sueltan varios gags desternillantes seguidos que se recurre a un humor demasiado básico y que ya rara vez hace gracia. Por fortuna, en el bagaje final abunda más lo primero que lo segundo, y también el uso de una incorrección política (atención a cierto discurso en favor de las dictaduras) cada vez más inhabitual. Además, Baron Cohen sabe dotar de encanto a un personaje bastante despreciable si se hubiese decidido abordar la historia desde una perspectiva dramática para que ‘El Dictador’ esté más cerca de la cantidad de risas provocadas por ‘Borat’ que la de cualquiera de sus otras producciones.

GOD BLESS AMERICA





http://elultimoblogalaizquierda.blogspot.com.ar/2012/07/god-bless-america.html

Llegar a casa, sentarme en el sofá, coger el mando de la televisión y comenzar a hacer zapping es algo que tengo prohibido.

Levantarme por la mañana y prepararme para salir de casa mientras escucho la radio es algo que tengo prohibido.

Ir al bar a tomarme un café y coger la prensa del día para informarme sobre lo que sucede en el mundo es algo que tengo prohibido.

Cuando voy en el transporte público, levantar la mirada de mi libro para ver lo que sucede a mí alrededor o bajar la música y escuchar los comentarios de los que me rodean es algo que tengo prohibido.

Ir al office de mi oficina y sentarme a comer con 20 personas mientras comentan lo que sucedió el día anterior en el reality de moda es algo que tengo prohibido.


Las fiestas de cumpleaños o celebraciones en la que se malcría a los niños y se les regalan mas juguetes de los que tuve yo en toda mi infancia es algo que tengo prohibido.¿Y porque tantas prohibiciones? Por autocontrol, por no convertir mi vida en mi propio God Bless Catalonia, porque cuando llevo mas de tres minutos seguidos haciendo cualquiera de las cosas que he mencionado arriba una vena de dimensiones desorbitadas empieza a hincharle en la parte derecha de mi cuello y un pequeño duende de color fucsia (por que cojones será de ese color) empieza a revolotear por delante de mis ojos incitándome a que coja el machete que compre en mi viaje a Tanzania, y rememorando al gran Dany Trejo comience a rebanar cabezas a diestro y siniestro.

Y es que un servidor ha tenido que tomar la decisión de evadirse de lo que la sociedad actual ofrece ante la imposibilidad de adaptarse a ella, y es que nos encontramos en un mundo en el que la gente compite por ver quien mas gilipollas, maleducado, analfabeto y garrulo, en el que las palabras de mi “vecino” Jorge Javier Vázquez tienes mas relevancia que cualquier descubrimiento científico o movimiento cultural, un mundo en el que valores como la generosidad, la convivencia o la educación han sido sustituidos por “el voy a mi puta bola y todo y todos los demás me la sudan”.


Por todos estos motivos expuestos aquí arriba God Bless America es mi película, ver a Frank y Roxy dando rienda suelta a mis deseos me ha liberado, y es que pese a que la sociedad continúa con su imparable descenso a los abismos siempre quedaran personas (reales o ficticias) que luchen por un mundo mejor.

Frank (Joel Murray) ya no puede mas, vive en una sociedad completamente deshumanizada, en la que las personas solamente se reúnen para hablar de televisión, reírse de los menos favorecidos y odiar a los que son diferentes o piensan de otra forma, a ello tenemos que sumarle que le despiden del trabajo por supuesto acoso a una compañera y que le detectan un tumor en el cráneo que acabara con su vida.

Ante tal panorama lo menos aconsejable es sentarte a ver la tele, ya que hay dos opciones: la primera de ellas es que su diarrea visual consiga atraparte y te conviertas en un esclavo más de la sociedad del consumo, o por el contrario que no aceptes formar parte de ella y cojas tu arma para impartir justicia. Por suerte Frank escogió la segunda opción.

Frank tiene muy claro cuales son sus objetivos, algo que por otro lado no es muy difícil ya que cualquiera de nosotros que vea la tele durante 10 minutos puede hacer una lista con más de cincuenta personas que merecen sufrir…y mucho.

Tras su primer asesinato, una insoportable niña rica de un reality, conoce a Roxy (Tara Lynne Barr) una encantadora joven que se une a él en su cruzada por liberar al mundo de toda la escoria que les manipula.

Frank y Roxy forman la pareja perfecta, una entrañable relación entre un hombre cansado de vivir y que quiere dar su merecido a quien él considera culpables de dar forma a la sociedad en la que vive y una joven llena de vitalidad que quiere acabar con toda la basura que le rodea y que la convierte en una inadaptada a los ojos de los demás.



En su camino acabaran con multitud de personajes televisivos y radiofónicos, con predicadores religiosos y con cualquier persona que ellos crean que no cumple con los modales básicos de convivencia y respeto.

God Bless America esta llena de excesos, desde su sublime primera escena con los vecinos de Frank a su icónico e irónico final en un plato televisivo, todo ello narrado con un acido humor negro que dibujara una enorme sonrisa en al cara de todos los que nos sentimos identificados con la película.

El director Bobcat Goldthwait ha conseguido traernos a dos personajes memorables que rozan la perfección con las grandes actuaciones de Tara Lynne Barr y Joel Murray. Tara Lynne consigue ganarse el corazón del espectador en cada instante que aparece en pantalla, pese a que su actuación resulta exagerada en multitud de ocasiones no se le puede reprochar nada ya que transmite vitalidad y buen rollo en cada escena. Por su parte Joel Murray da vida a un personaje que conseguirá convencerte con cada una de las palabras que componen sus brillantes monólogos y que convertirá su lucha en tu lucha.

Lastima que una película como esta tenga tan difícil (imposible) llegar a las salas de cine de nuestro país, ya que no estaría nada mal que mas de uno la viera e intentara recapacitar sobre hacia donde esta llevando su vida.

martes, 13 de noviembre de 2012

CUANDO ESCRIBAS UN CUENTO




1. Principio: Capta el interés del lector en la primera línea.

2. Huye de la divagación: ¡Al grano!

3. Adjetiva lo mínimo, no le digas al lector que algo es bueno o malo: dale los datos suficientes para que él mismo pueda deducirlo.

4. Evita repeticiones innecesarias de palabras.

5. Trabaja los escenarios: no dejes a tus personajes en el aire.

6. Diálogos: deben sonar naturales y transmitir información relevante.

7. Final: tan importante como el principio, deja a tu lector sorprendido, trastornado y pensando.

lunes, 12 de noviembre de 2012

STAR WARS: EPISODIO VII Y LOS DIRECTORES QUE LE BAJAN EL PULGAR




Divi: Aparentemente Disney le dio el trabajo de hacer el primer borrador de Episodio VII al guionista Michael Arndt. ¿Qué hizo este muchacho? El Guión de Toy Story 3. A ver, me parece que podrían poner a otro tipo de guionista, pero también me parece que esto marca a las claras una búsqueda de aggiornamiento en la saga. ¿Los directores que les van diciendo que no a la saga? Disney le preguntó ya al director de Kick-Ass, pero aparentemente no hay nada seguro. La cuestión es que fue por directores terribles que realmente no quieren estar, como Zack Snyder, Quentin Tarantino (!!!!) y Steven Spielberg!!!! Sí, un amigo íntimo de Lucas que demuestra lo que es tener códigos. Ahora, directores tan grosos que no quieran estar en la continuación de la saga, da mucho que pensar.

Federico: Es importante aclarar que tambien fue el guionista de Little Miss Sunshine, al tipo se le da muy bien el drama, y no olvidemos que en Toy Story 3 esta uno de los mejores villanos de los ultimos años. Yo sigo estando a favor de mas peliculas, y apuesto a que van a ser bastante mejores que Ep 1 y Ep 2...

Marcelo: Acá hay dos cosas... primero es una ruleta rusa, si te metes y la cagas, arruinando una de las mejores sagas de la historia del cine no siendo Lucas, te quemaste de por vida. La otra, si en tu vida como persona y cineasta respetaste a Lucas, no tomas el laburo... salvo que él te diga que sí.

Phill Montag: Naaaaa no hay que ser tan obtusos. Se puede hacer viejo. Y ellos tienen todas las herramientas para hacerlo. y muy bien. Es solo cuestion de pegar el ojo en el talento adecuado y que tenga los cojones de abrir una nueva etapa a esta saga. El que no arriesga no gana.


Cintia: Yo creo q unicamente va a funcionar...si lo hace NOLAN!....

Federico: Montag, estoy absolutamente de acuerdo con usted, mas aun luego de todo lo que le pasó en Farenheit 451.

Phill Montag: jajaja buena peli. Muy profunda, basada en uno de los libros mas bellos y terrorificos que he leido. Hail Bradbury!

Pablo: Peores que las precuelas no las pueden hacer... Si se ponen las pilas tiene potencial. Pero de ahi a que alcancen el nivel (y mas que nada la aceptacion) de las originales, lo dudo mucho. Cualquier director que agarre esto se arriesga a que lo prendan fuego los fans, asiq ue eso debe influir en la decision tmb me imagino

Phill Montag: jaja, siempre se puede bajar la barra de lo que es PEOR. Asi que si, aun hay mucho espacio para recontra arruinar la saga. Pero al mismo tiempo creo que es una oportunidad unica, y que George ya habia dicho que jamas iba a encarar asi que no podemos perder!! Piensen en todos los Juegazos que van a salir con esto, las lineas de comics y juguetes! toda la plata que nos van a sacar y nosotros muy felices entregaremos. Y si, vuelvo a decir, el que no arriesga no gana. Aca hace falta un tipo con mucho huevo y vision. Como Nolan con Batman. Eso es un director. Que se caga en los fans y en lo que crean que es correcto o no, viene a ENSEÑARNOS como debe SER batman. Y la verdad que dio catedra, le paso el trapo a todos los que tocaron al superheroe antes. Y asi y todo hay algunos descolgados a los que no les gusto su version. Eso siempre va a pasar. Tiene que tener esa seguridad, esa confianza en si mismo y en su vision. No puede ser un tibio que se apueste a tratar de copiar todo lo anterior 3 veces mas. Pero bueno, todo quedara en que la gente de Disney tenga el ojo para reconocer esta calidad de directores. Por el otro lado, ya Disney compro Pixar, y sin embargo la calidad de sus peliculas sigue siendo impresionante. Si bien es de genero infantil o ATP, por ejemplo "BRAVE" sigue conservando el espiritu de Pixar. o uds. creen que las peliculas Disney-Pixar son peores que las de Pixar? Tengan en cuenta tambien que cuando se habla de que un estudio compra a otro a 4090 millones de dolares, no es que solo compran la I.P. sino que compran todo el capital humano contratado en base estable dentro de la compañia. 

Divi: Bueno, Diego opinó... ajajajajajaja Todos pensamos más o menos lo mismo, amigo. Hay que darle una oportunidad, pero no estamos pensando en genialidades. Ojalá sorprendan...

martes, 6 de noviembre de 2012

LEONARDO FAVIO





http://www.haciendocine.com.ar/article/ama-y-haz-lo-que-quieras

Nacido como Fuaf Jorge Jury en Luján de Cuyo (Mendoza) en 1938, Favio construyó a lo largo de una extensa carrera artística y, fundamentalmente desde el cine, una estética personal en la que reconoció y expresó una filiación y pertenencia ideológica, resaltando la dimensión afectiva que incorpora a la política argentina el Peronismo como novedad histórica.

Llega a Buenos Aires antes de los 50 para el servicio militar y años después impresiona a directores como Leopoldo Torre Nilsson, que buscan para sus películas personajes jóvenes con contradicciones.

De la mano de Torre Nilsson apareció en películas memorables, como "El secuestrador" (1958), “La casa del ángel” (1960), “Fin de fiesta” (1961), que lo impusieron como actor, mientras que comenzaba a la ganarlo la idea de convertirse él mismo en director, tarea en la que comenzó con un par de cortos, debutando en el largometraje con una obra maestra que tituló “Crónica de un niño solo” en 1964.


El filme, con claras referencias a su propia infancia que incluyó pasajes dolorosos en reformatorios, tuvo un inmediato aval de la crítica especializada y sirvió de toque de atención a los amantes del cine.

En esa época comienza su carrera como cantante, obteniendo una fuerte respuesta popular y masiva con temas propios y ajenos que se convirtieron en éxitos del momento como "Ella ya me olvidó", "Fuiste mía un verano" y "Para saber lo que es la soledad".

“Este es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza, y unas pocas cosas más”, es el título completo de la segunda película de Favio, que estrenó en 1967.

Adaptación del cuento “El cenizo”, de su hermano Jorge Zuhair Jury, esta segunda película tuvo como figuras principales a Federico Luppi (su primer protagónico en el cine), Elsa Daniel, María Vaner y al hasta entonces locutor Edgardo Suárez.

La película recibió los ocho de premios de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina y es considerada, por buena parte de la crítica local, como una de las mejores de su filmografía.

La tercera, y cierre de aquella trilogía, fue "El dependiente", casi un "a puertas cerradas" con insuperables trabajos de Graciela Borges, y el recordado actor uruguayo Walter Vidarte.

En 1967 se une a María Vaner, con quien convivió hasta 1973, año en que la actriz que debió marchar al exilio en 1974 con los dos hijos de ambos, luego de ser amenazada por la Triple A.

 

En 1972 fue invitado por Juan Domingo Perón a acompañarlo en el chárter que lo regresaría a la Argentina tras su largo exilio el 17 de noviembre.

Con la vuelta a la democracia en 1973, y en coincidencia con su activa militancia política que volvía al primer plano, Favio lanzó la que se convertiría en su una suerte de obra cumbre, “Juan Moreira”, estrenada el 25 de mayo de ese año.

Inspirada en el relato homónimo de Eduardo Gutiérrez, pero con la impronta de su hermano Zuhair Jury y la locura que él mismo le aportó pudo contar la historia de este antihéroe y su relación con la política, la violencia y la muerte.

El tema, encarado esta vez en colores, con un diseño de producción que mostraba claramente su pasión por los relatos nacionales y populares, con una memorable actuación de Rodolfo Bebán, convirtieron a la película en un éxito de más de dos millones de entradas.

En junio de 1973 fue designado para conducir el acto del retorno definitivo de Perón a la Argentina, el 20 de junio, que derivó en un enfrentamiento armado entre diferentes corrientes conocido como la Masacre de Ezeiza, en el que el artista intentó detener la violencia, sin conseguir su propósito de detener la tragedia que lo marcó a fuego.

En 1975 estrenó “Nazareno Cruz y el lobo”, inspirado en una radionovela del escritor Juan Carlos Chiappe, película con la que llegó a la cumbre del éxito.

Si bien no existe un registro exacto de los espectadores que la vieron, se sigue considerando al filme de Favio protagonizado por Juan José Camero y Alfredo Alcón, como el más taquillero de la historia del cine nacional, superando incluso a “El santo de la espada” y “El secreto de sus ojos”.

Los personajes elegidos por Favio en esta etapa están condenados a un destino trágico, sean míticos, fantásticos, o los reales de “Soñar, soñar”, su película menos vista, en la que reunió a Carlos Monzón con el cantante Gian Franco Pagliaro, estrenada en coincidencia con el golpe militar de 1976.

Favio siguió el camino del exilio de Vaner, a partir del establecimiento de la dictadura militar en 1976, pero no fue a España como su ex mujer sino que se estableció en Colombia, vinculándose sentimentalmente con Carola, su segunda esposa.

Durante buena parte de la dictadura, Favio emprende su vuelta a la balada romántica, con la que recorrió toda América Latina y con la que logró imponerse en varios países, un paréntesis de cine que se extendió hasta 1987.


De esos tiempos son discos como “En concierto en Ecuador” (1978), “Aquí está Leonardo Favio” (1983), “Yo soy” (1985), “Amar o morir” (1987), “Más que un loco” (1988), además de numerosas presentaciones en vivo frente a multitudes.

“Gatica, el mono” (1993) lo llevó a la reconstrucción histórica, viajar hasta la década del 50, el momento en que coincidieron el púgil José María Gatica con Juan Domingo Perón, una obra para la que convocó al entonces debutante Edgardo Nieva, reencuentro de Favio con el mejor cine y el éxito.

Si bien nació como un encargo, el documental “Perón, sinfonía del sentimiento” (1999) se convirtió en una de sus obras más personales, tanto por el tema y la pasión que implicaba, como por su forma de encarar una historia que parecía inabarcable.

El filme fue dedicado a Héctor J. Cámpora, Hugo del Carril, Ricardo Carpani, Rodolfo Walsh y al grupo de trabajadores y estudiantes del Grupo Cine Liberación, que impulsaron Fernando Solanas, Octavio Getino y Gerardo Vallejo.

En la última década, y ya con un serio problema de salud (polineuritis) que impedía su fácil movilidad, Favio volvió a la carga con un sueño: el de convertir en ballet cinematográfico a “Aniceto”, tal como se llamó el filme protagonizado por Hernán Piquín, con música de Iván Wyszogrod, que ganó nueve premios Cóndor de Plata.


Su último trabajo fue “La buena gente”, uno de los cortos integrantes del grupo de los dedicados al Bicentenario producidos por la Secretaría de Cultura de la Nación.

En carpeta Favio atesoraba “El mantel de hule”, una historia en la que incluiría muchas referencias personales relacionadas con su infancia en Mendoza.

De todos los grandes creadores de la historia del cine nacional, Favio fue el más genuino y el más identificable, curiosamente también el más exitoso.

En su última aparición frente a público al recibir en 2009 los Cóndor de Plata por “Aniceto” predijo: “Nadie podrá decir de mí que fui un desagradecido”, y lo demostró agradeciendo el presente político y cultural de la Argentina, “…con el que soñaba desde chico”, dijo.

Fuente: Télam.

LEONARDO FAVIO, POR ALFREDO ALCON




“Todavía no me cayó la moneda de que Favio no está, pienso en el clima que creaba en las filmaciones y era de pasión. Era muy querido por todos los técnicos porque sentían que con él iban a volar. Todavía no me ha llegado la tristeza porque pienso cuando trabajaba con él, como nos reíamos. Era un artista y por eso había momentos en que uno no podía estar cómodo mirando una película de Favio, te sentías incómodo en la butaca, querías irte. Sentías que él contaba con vos, no era el gran Leonardo que venía desde arriba a darte órdenes, era más de pedir que nos diéramos cosas ambos. Era un buscador del alma, un creador y cuando cantaba o hacía películas, todo lo hacía con pasión. Definirlo sería maniatarlo y él quería ser libre”.

sábado, 3 de noviembre de 2012

ARGO




La mejor pelicula del 2012. 
Hace unos años, nos asombramos con DESAPARECIO UNA NOCHE, el debut como director de Ben Affleck. El galancito de Hollywood demostraba que era un gran director. 
Después vino su segunda película, THE TOWN. No estaba al mismo nivel que la anterior, pero cumplía fielmente con las reglas del género.
Y ahora llegó ARGO, un impactante film, brillantemente dirigido y editado.
Me saco el sombrero ante Ben Affleck, ya no puedo subestimarlo más. Es un gran director.