Hace poco, le preguntaron a José Martínez Suárez cuál era el mejor momento de la historia del cine, y la respuesta fue::
Creo que voy a elegir la imagen del gato lamiendo la punta del zapato de Harry Lime en "The third man".
Podría ser tambièn el plano corto de la puerta de reja del ascensor cerrándose sobre el rostro de Mary Astor en "The maltese falcon".
O Marcello Mastroianni en "Otto e mezzo" viniendo en la madrugada por el pasillo vacío del hotel, haciendo esguinces con su pie derecho al tiempo que silba.
O el plano de Kane en su palco, comenzando el aplauso ante el silencio de la sala, cuando finaliza la función de la ópera en "Citizen Kane" .
O el plano corto de "El salario del miedo" en la taberna de camioneros, cuando Folco Lulli enfrenta a Charles Vanel, y Lulli comienza a ceder en su actitud provocadora mientras la cámara desciende lentamente y se ve una cuarenta y cinco en manos de Vanel que le está oprimiendo el vientre a su rival.
O cerrar los ojos porque ya conozco la toma, para escuchar intensamente la música que acompaña a la imágen de los montículos con las tumbas de los guerreros muertos en el final de "Los siete samurais".
O el plano largo del que va a ser ajusticiado caminando flanqueado por dos guardiaciviles mientras que unos pasos atrás, otros dos guardiaciviles llevan a la rastra a Nino Manfredi, el verdugo que va a iniciarse como tal, en "El verdugo" de Luis García Berlanga.
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