Actualmente, Dany Boon es la estrella más importante del cine francés, sobre todo si hablamos de comedia. En nuestro continente (aún) no es muy conocido pero, para los franceses, Boon representa el renacer del mejor cine cómico, con esa larga lista de comediantes que incluyen a Louis de Funes, Pierre Richard y Jacques Tati. Obviamente, sería muy exagerado ubicar a Dany Boon en el mismo nivel que las leyendas recien mencionadas; no obstante, merece ser tenido en cuenta.
Algunos probablemente recuerden a Boon como el conmovedor taxista del film"Mi mejor amigo", con el prolífico Daniel Auteil, estrenado hace un año o dos.
Este jueves llega a los cines porteños el filme "Bienvenidos al país de la locura", dirigida y protagonizada por Boon. Vale la pena agregar que esta película es la más taquillera en la historia de Francia, con una cifra de espectadores record (20 millones).
La película está muy bien, pero es muy localista. Se trata de una burla a los franceses del norte (más específicamente, a los que viven en la ciudad de Berges).
Según parece, los franceses nórdicos tienen fama de ser muy simplones, bebedores, grotescos, pintorescos. Como si fuera poco, siempre hablan en voz alta y poseen un dialecto muy particular, incomprensible, donde mezclan el francés, el flamenco y algunos términos latinos. Este dialecto se conoce como ch´tis (por eso, el título original del filme es "Bienvenue chez les Ch´tis").
La trama es más bien simple: un frances sureño es "castigado" por su empresa y se ve obligado a aceptar un puesto en Berges. De ahí en adelante, gran parte del humor del filme se concentrará en las complicaciones que este buen hombre tiene para comunicarse con sus compatriotas del norte.
El francés sureño está representado por un gran actor (Kad Merad).
Dany Boon, obviamente, se reservó para sí el papel de un ch´tis muy amigable, bonachón y entrañable.
Una película simpática. No mucho más, no mucho menos.
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