Hubo un género cinematográfico que tuvo su esplendor a fines de los ´50 y principios de los ´60, me refiero a las películas relacionadas con la mitología griega. Y dentro de este género, no podemos dejar de mencionar a un clásico indiscutido: Jason y los argonautas.
Tuve la oportunidad de verla anoche, y la verdad es que esta película no tiene desperdicio: Jason es un joven que debe vengar la muerte de su padre, quien fuera asesinado por el rey. Para cumplir su objetivo, los dioses le aconsejan que viaje a los confines del mundo para apropiarse de un Vellocino de Oro y, de esta forma, vencer al rey. La premisa argumental es bastante forzada, es cierto, pero sirve de excusa para que Jason reúna a los hombres más valientes de Grecia (incluyendo a Hércules) y se embarque en búsqueda del tesoro.
En el camino, tendrán que enfrentarse a Thalos (una gigantesca estatua de bronce), las malignas arpías voladoras, una hidra de siete cabezas y un ejército de esqueletos aguerridos.
A su vez, reciben la ayuda de los dioses: Heras aparece para darle consejos y un colosal Neptuno emerge del agua para ayudarlos a escapar de la región de las rocas voladoras.
Cabe destacar que los efectos especiales (creados por Ray Harryhausen) son muy artesanales, y eso le brinda mucho encanto al film.
El director es Don Chaffey (que en sus últimos años se ganó la vida dirigiendo series de TV como Chips, McGyver y Los Angeles de Charlie), y los protagonistas son Todd Armonstrong (un actor muy malo, encargado de personificar a Jason), Nancy Kovack (como la sacerdotisa Medea), Honor Blackman (como la sensual diosa Heras), Nial McGuinnis (como el sarcástico dios Zeus) y Nigel Green (en una versión muy embrutecida de Hércules)
En fin, una pieza histórica/mitológica que todo cinéfilo debe ver.... Muy recomendable.
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