lunes, 28 de marzo de 2011

LIBIA Y EL CINISMO DE LAS GRANDES POTENCIAS



Las grandes potencias occidentales podrían convertir en genocidio su pretendida intervención “humanitaria” en Libia, se afirmó hoy en el espacio informativo Mesa Redonda, transmitido por la televisión y la radio.

El escenario de la guerra está planteado, pues la aprobación de la zona de exclusión aérea sobre ese país árabe por el Consejo de Seguridad de la ONU es la base legal para una agresión de trasfondo económico, que suscitaría el alza de los precios del petróleo.

Sobre ello alertó la Mesa Redonda Libia: la nueva guerra de las potencias imperiales, cuyo panel insistió en las pretensiones imperialistas de aprovechar la situación de esa nación para promover la intervención militar.

Los especialistas recalcaron el cinismo de esa patraña, ya que la exclusión aérea significa la aniquilación de toda posibilidad defensiva antiaérea del gobierno de Muammar Al Gaddafi.

María Elena Álvarez, experta en Oriente Medio, recordó los antecedentes de la actual situación, presentada al mundo como la necesidad de actuar “en una Libia desestabilizada, donde se violan los derechos humanos y se cometen crímenes contra la humanidad.”

Insistió en que tras esa fachada las potencias aprobaron la resolución ayer en el Consejo de la ONU, la cual les confiere el derecho de asumir “todas las medidas que sean necesarias excepto una ocupación militar”; y ello acentúa la farsa, pues todo indica el inicio de una guerra.

El documento, aprobado por 10 países, cinco abstenciones y ningún voto en contra, se basa en la supuesta protección de civiles, el reforzamiento del embargo de armas, la prohibición de vuelos y el congelamiento de cuentas a la nación árabe, medidas sin límites que dejan a Libia impotente.

En el estelar espacio televisivo se recalcó el descrédito del Consejo de Seguridad por el doblez de los discursos, pues Francia, Inglaterra y Estados Unidos ya mueven fuerzas militares hacia esa zona del mundo, donde distintas naciones viven situaciones también complejas.

En el plano interno, lo más llamativo es la decisión de Muammar Al Gaddafi de decretar el cese de las hostilidades, decisión que ha sido calificada por analistas extranjeros como una táctica del líder libio.

Una conflagración en el área aumentaría los precios del petróleo, en lo cual influye la situación creada en Japón tras el terremoto y el Tsunami registrados siete días atrás y que provocaron un accidente nuclear.

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