1) Cuando tenía 15 años, mi mamá me regaló un libro y me dijo que la había marcado mucho en su adolescencia. Se trataba, ni más ni menos, que de "El guardian en el centeno", también conocido como "El cazador oculto", escrito en 1951 por uno de los autores más enigmáticos e interesantes de la literatura contemporánea: Jerome David Sallinger (conocido mundialmente como J. D. Sallinger).
2) ¿Qué se puede decir sobre esta novela? Es un libro generacional que cuenta las aventuras y las desventuras de un adolescente llamado Holden Caulfield.
Muchas generaciones han sido influenciadas por esta gran novela, por su prosa tan sencilla y tan amigable. Para muchos, esta novela ha significado un autodescubrimiento, un reflejo de nuestra propia imagen, de nuestra propia alma.
3) Las primeras líneas de "El guardian en el centeno" son maravillosas y encantadoras. Es difícil resisitirse a una novela que tiene un comienzo así: Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo eso de mi infancia, que hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás idioteces, estilo David Copperfield; pero no tengo ganas de contarles nada de eso. Primero, porque es un aburrimiento, y segundo porque a mis padres les daría un infarto si yo me pusiera acá a hablar de su vida privada. Para esas cosas son especiales, sobre todo mi padre. Son buena gente, no digo que no, pero a quisquillosos no les gana nadie.
4) Después, Sallinger siguió escribiendo. Pero tuvo que afrontar el penoso destino de los artistas que tienen una Gran Obra (todas las demás creaciones quedan ensombrecidas por esa obra insuperable).
Su bibliografía se completa con "Nueve cuentos", "Fanny & Zooey", "Levantad, carpinteros, la viga maestra" y "Seymour: una introducción".
5) ¿Y qué hay de Sallinger? Sabemos muy poco sobre su vida. Era un hombre reservado, de eso no hay duda.
Sabemos que participó en la Segunda Guerra Mundial (y estuvo presente en el célebre Desembarco de Normandía, también conocido como El Día D). Tuvo algunos matrimonios, un par de hijos. Una de sus parejas escribió una biografía donde lo critica brutalmente.
Y no sabemos mucho más porque una de las características de la vida de Sallinger fue su extremo ostracismo. En algún momento dijo que el mundo no era un lugar para él.
Vivía totalmente aislado, se mantenía alejado de sus admiradores y no daba entrevistas. Esto generó muchos rumores sobre sus rutinas y costumbres. Según los rumores, se dedicó intensamente al vegetarianismo, el budismo zen y la homeopatía. Parece que tuvo un paso fugaz por la Iglesia de la Cienciología.
6) Sallinger murió el 27 de enero de 2010, a los 91. Pero, como ha dicho Juliana Boersner, es difícil pensar en la muerte de Sallinger. Parece haber sido él mismo una invención literaria. A veces nos parece que nunca existió...
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