Existe algo que es más real, más concreto que una pared de cemento armado: es la intencionalidad del ser humano, es nuestra intencionalidad, nada más poderoso, nada más digno y más posibilitario y de la que nadie... nadie se puede apropiar.
Estamos viendo el final de un milenio, falta poco tiempo, los valores cretinos se derrumban, y bueno, algún ruido van a hacer, nos vamos a divertir. Es cierto que nosotros también estamos afectados por esta crisis, porque bueno, somos pasajeros de esta nave espacial, pero también es cierto que estamos más sanos sicológicamente, es necesario entonces que nos cuidemos mutuamente, que atendamos al otro y contar incondicionalmente con el apoyo de ese otro.
Entonces, cuando me sienta debilitado, preocupado, desestabilizado o temeroso (...esa rara mezcla), sé que no estoy solo, siento una especie de protección, sé positivamente que hay una intención lanzada, un proceso en el cual estoy incluido y eso me acompaña, me da fuerza y alegría.
Estamos viendo el final de un milenio, falta poco tiempo, los valores cretinos se derrumban, y bueno, algún ruido van a hacer, nos vamos a divertir. Es cierto que nosotros también estamos afectados por esta crisis, porque bueno, somos pasajeros de esta nave espacial, pero también es cierto que estamos más sanos sicológicamente, es necesario entonces que nos cuidemos mutuamente, que atendamos al otro y contar incondicionalmente con el apoyo de ese otro.
Entonces, cuando me sienta debilitado, preocupado, desestabilizado o temeroso (...esa rara mezcla), sé que no estoy solo, siento una especie de protección, sé positivamente que hay una intención lanzada, un proceso en el cual estoy incluido y eso me acompaña, me da fuerza y alegría.
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