Niño-hombre que elegiste volar,
demasiado pronto, demasiado rápido
cuando no eras aún hombre-pájaro
Que lancen los dioses su canto a tu paso
hoy yo no puedo
Mañana, la Luz iluminará mi alma
y entonces cantaré a tu vida jamás detenida
¡Vé ligero ya, vé, amada esencia inmortal!
Por Normal Coronel - Pensando en Federico Rodríguez
Manila, 23 de noviembre, 2010
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