Por medio de Linterna Verde, Stan Lee se las ingenia para desarrollar la historia más profundamente poética de esta colección, con muchos detalles ecologistas.
En la versión escrita por Stan Lee y dibujada por el mítico Dave Gibbons, tenemos a Leonard Lewis, un arqueólogo que quiere encontrar el origen del mito del Árbol de la Vida, la mayor fuente de poder conocida. Y así llega a África, donde se cruza en el camino (y en los intereses) de unos malvados que también buscan el Árbol (aunque con fines menos altruistas) y le pegan un tiro.
Por suerte aparece Yggdrasil (el Árbol de la Vida) y lo convierte en un Defensor de la Justicia.
Yggrdasil dice: “Leonard Lewis, tú estás vivo. Por razones sólo mías, yo he pospuesto tu muerte. Tus oídos no oyen mis palabras porque sólo van dirigidas a tu mente. Y ahora abre tu mente porque vas a aprender muchas cosas maravillosas: Mucho antes de que apareciera el hombre, otros habitaban este planeta que siempre está cambiando. No nos interesa ahora saber cuándo llegaron. Pero hubo desastres cósmicos que los hicieron huir. Sólo yo, el inmortal Yggrdrasil me quedé para ayudar y guiar a tu raza. Pero ahora el hombre mismo se ha convertido en su peor enemigo. El hombre mismo destruye los bosques, las ballenas, el mismo aire que necesita para vivir. Si no se hacen algo pronto, el hombre acabará por destruirse a sí mismo. He examinado tu cuerpo y mente. Te encuentro puro de espíritu y valiente de corazón. Yo tengo el poder de darte de nuevo la vida. Acepta esta fuerza vital que te puede salvar ahora. La fuerza vital que transfiero a tu propia forma mortal. A partir de este momento, mi espíritu va a residir en tu interior. Todo lo que suceda, lo enfrentarás con el poder superhumano de Yggrdrasil”.
Y como no podía ser de otra manera, el poder de Yggrdrasil es verde.
En la versión escrita por Stan Lee y dibujada por el mítico Dave Gibbons, tenemos a Leonard Lewis, un arqueólogo que quiere encontrar el origen del mito del Árbol de la Vida, la mayor fuente de poder conocida. Y así llega a África, donde se cruza en el camino (y en los intereses) de unos malvados que también buscan el Árbol (aunque con fines menos altruistas) y le pegan un tiro.
Por suerte aparece Yggdrasil (el Árbol de la Vida) y lo convierte en un Defensor de la Justicia.
Yggrdasil dice: “Leonard Lewis, tú estás vivo. Por razones sólo mías, yo he pospuesto tu muerte. Tus oídos no oyen mis palabras porque sólo van dirigidas a tu mente. Y ahora abre tu mente porque vas a aprender muchas cosas maravillosas: Mucho antes de que apareciera el hombre, otros habitaban este planeta que siempre está cambiando. No nos interesa ahora saber cuándo llegaron. Pero hubo desastres cósmicos que los hicieron huir. Sólo yo, el inmortal Yggrdrasil me quedé para ayudar y guiar a tu raza. Pero ahora el hombre mismo se ha convertido en su peor enemigo. El hombre mismo destruye los bosques, las ballenas, el mismo aire que necesita para vivir. Si no se hacen algo pronto, el hombre acabará por destruirse a sí mismo. He examinado tu cuerpo y mente. Te encuentro puro de espíritu y valiente de corazón. Yo tengo el poder de darte de nuevo la vida. Acepta esta fuerza vital que te puede salvar ahora. La fuerza vital que transfiero a tu propia forma mortal. A partir de este momento, mi espíritu va a residir en tu interior. Todo lo que suceda, lo enfrentarás con el poder superhumano de Yggrdrasil”.
Y como no podía ser de otra manera, el poder de Yggrdrasil es verde.
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