viernes, 21 de enero de 2011

LOS NUEVOS HISTORIADORES


Por Walter Graziano
Con el rápido desarrollo de la red global, quizás en poco tiempo más surjan los primeros historiadores que puedan escribir la historia en forma simultánea a la propia sucesión de hechos considerados como históricos. Y hasta incluso sería posible que aparezcan los primeros futurólogos realmente serios. A través de la red se puede acceder con escaso costo y sin demora a cualquier tipo de información, de toda índole, que cualquier individuo del mundo haya deseado conseguir. Sea verdadera o falsa, se trata de información sin ningún tipo de censura directa ni indirecta. Esta última es peor aún que la primera ya que pasa inadvertida y es ejercida por las líneas editoriales y estrategias de los mega medios de comunicación.
Gracias a la red, ya están apareciendo los primeros historiadores online. Y si bien mucha de la información que aparece en la red puede ser falsa o inexacta, con frecuencia lo es menos que la que se ha publicado en muchísimos libros, o que la que aparece a diario en los mega medios de comunicación. La ventaja que nos ofrece la red, sea porque nos brinda información directamente, sea porque nos permite un rápido acceso para ubicar y comprar en sólo segundos libros que nos podría costar años conseguir, es la posibilidad de escribir sobre el presente, y conocerlo, con incontables elementos adicionales de información.
Es posible que esto provoque muy beneficiosos efectos en poco tiempo más. Es probable que las poblaciones de muchos países se enteren mucho antes, mientras están en condiciones de hacer algo al respecto, de tretas de engaño colectivo, psicópatas en los más altos cargos del poder, ambiciosos planes de dominio global, etcétera.
Tenemos acceso a infinitos elementos más de información. Si no los usáramos por prejuicios o frases hechas al estilo de que "la historia necesita mucho tiempo para escribirse" le estaríamos haciendo el juego a los personajes más oscuros: los que desean que la realidad se escriba de la manera que más les conviene. Muchas veces se trata precisamente de los personajes con más recursos para intentar "borrar" de la memoria colectiva informaciones que pueden llegara comprometerlos. Ésta es una muy vieja costumbre utilizada por tiranos en todas las épocas. Se cuenta que los más sanguinarios emperadores romanos tenían historiadores oficiales. Éstos escribían loas a atroces emperadores y a su acción de gobierno. Sólo muchas décadas más tarde, cuando ya todos los protagonistas estaban muertos, Tácito y Suetonio pudieron poner las cosas en su lugar y colocar a personajes como Tiberio, Calígula y Nerón en el lugar que se merecían: en el panteón de los más siniestros y perversos emperadores que se recuerden. Sin embargo, muchos de los ciudadanos romanos contemporáneos de ellos murieron sin saber cuántos de sus males, miserias y hasta sus propias muertes diarias se debían a los propios emperadores y su sistema de censura y manipulación de la prensa y la historia. En el propio Imperio Romano se tardó más de sesenta años para que se conocieran acabadamente quiénes habían sido esos tres emperadores.

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