jueves, 11 de febrero de 2010

AHORA AVATAR


Hace más de un mes se realizó el mega-estreno mundial de AVATAR, la nueva realización de James Cameron tras largos años de ausencia. La última realización de Cameron había sido TITANIC, un film con el que (tengo que confesarlo) me aburrí muchísimo.

AVATAR es una gran superproducción que marca un antes y un después en la tecnología 3D. Ahora bien, eso me importa muy poco. Los spots publicitarios también tienen grandes despligues técnicos pero eso no los convierte en Arte. Son solamente artilugios técnicos, no creo que el cine tenga un nueva renacimiento con este film.

Lo que realmente importa, estoy convencido, son las historias bien contadas. En ese sentido, Cameron nos trae una fábula clásica y épica muy bien estructurada, con muy buenas escenas y una gran intensidad.
El argumento presenta una confrontación entre una corporación de la Tierra que invade un planeta lejano para apropiarse de la riqueza mineral. Los nativos de este planeta harán lo imposible para preservar su flora y su fauna contra el ultraje corporativista.

Me pareció ver una fuerte connotación política en este film. No sé si todos los espectadores repararon en eso. Sin intención de subestimar, creo que la gran mayoría de los espectadores quedaron fascinados con los efectos especiales y nada más.


¿Acaso Avatar es una metáfora sobre la conquista de América? Por un lado están los "civilizados" que quieren apropiarse de todas las riquezas y del otro lado están los "salvajes" que se resisten, no creen en Dios, adoran al Sol y, desgraciadamente, tienen que ser sacrificados para que el "progreso" avance.

Si vamos más lejos, podemos conectar este film con la crisis de Medio Oriente. Por un lado tenemos a los "civilizados empresariales" que necesitan petróleo para subsistir y del otro lado están los "salvajes terroristas" que viven en cuevas, son insensibles e impiadosos.
No sé, quizás estoy exagerando. La cuestión es que en esta película, los "malos" son los seres humanos. Y los "buenos" son unos seres azules que viven en una completa armonía con la naturaleza.

Me doy cuenta que hay una Regla de Oro en esta clase de films. Es necesario que "uno de los nuestros" se cambie de bando para que el espectador pueda comprometerse con la causa justa.
Es decir, si la película se basara solamente en la lucha entre los codiciosos humanos y los bondadosos nativos... la película sería un fracaso. Es imprescindible generar un punto de conexión para el espectador. Tiene que haber un muchacho anglosajón, uno de los nuestros, que decida traicionar a su propia raza para unirse a los nativos. Es una regla de la narración clásica que Cameron ha sabido aprovechar muy bien (otros filmes, como "El último samurai", no han sabido implementarlo).
Y aquí pasamos a otra Regla de Oro de los filmes épicos (o al menos de la mayoría): El protragonista tiene que ser un perdedor, un tipo que pasa desapercibido, que nadie tiene en cuenta. Un tipo que es subestimado por el resto y un buen día se convierte en El Elegido.
Este elemento clásico también está presente en Avatar: el protagonista es un ex-marine en silla de ruedas que es menospreciado tanto por los militares (por su condición de inválido) como por los científicos (por su falta de formación académica). Y justamente, este muchacho que no llama la atención es el que logra unirse a los nativos, ser parte de ellos y unirse en la lucha.

Otro requisito importante: El muchacho anglosajón tiene que el líder de los nativos.
Esto generó alguna controversia y muchos salieron a criticar la idea del "mesías blanco" (creo entender que se refieren al mesías representando por un ser humano) que sale a defender a los nativos. Me parece una exageración.
Así como también me parecen exageradas las acusaciones sobre la impronta religiosa del film: efectivamente, los nativos son muy religiosos, pero están más bien emparentados con los cultos primitivos, los ritos paganos, la espiritualidad entendida como una armonía con la naturaleza.
El hecho de que la Naturaleza interceda para defender a los nativos y derrotar a los humanos me parece que funciona muy bien dentro de la trama. La idea es que los nativos son puros y armoniosos, los humanos somos codiciosos. Así de simple.


Como decíamos al principio, no creo que esta película marque un antes y un después en la historia del cine. Hace poco estaba hablando de este tema con Federico, y él me dijo que la última película que realmente cambió el cine, o al menos la forma en que entendemos el cine, fue "Pulp Fiction", de Quentin Tarantino. Este film generó el nacimiento de una generación de directores cinéfilos que desestructuran las historias, dan vuelta las secuencias para encontrar un nuevo sentido y utilizan muchas referencias cinematográficas o musicales en sus diálogos (pensemos en las referencias a los Smiths en "500 días con ella", sin ir más lejos).

En fin, AVATAR me parece un gran film. Lo vi una vez y podría verlo diez veces más sin aburrirme. Creo que eso explica todo.

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