Cuando estamos bloqueados, somos seguros.
No somos felices, pero al menos sabemos lo que somos:
infelices.
Gran parte del miedo a nuestra creatividad se debe al
temor a lo desconocido.
Si me desarrollo creativamente, ¿qué pasaría?
Hay unas cuantas creencias negativas. De las 20, yo elegí
las 9 que más me representan:
1 – Todos me odiarían.
3 – Me volvería loco.
8 – Tendría que estar solo.
12 – Me pondré furioso.
13 – Nunca tendré dinero.
14 – Me tornaré autodestructivo y comenzaré a beber,
drogarme o tener sexo hasta morir.
16 – Mi amor me dejará.
18 – Me sentiré mal porque no me merezco tener éxito.
20 – Es demasiado tarde. Si todavía no soy un artista
consumado, jamás lo seré.
Ninguna de estas creencias es necesariamente verdadera.
Provienen de la familia, de la religión, de la cultura,
de los amigos.
Son creencias, no hechos.
En realidad, tienes miedo. Las negatividades te mantienen
arraigado, te atacan.
Atacan tu sexualidad, tu capacidad de amar, tu
inteligencia, sea cual fuere el lado vulnerable al que puedan atacar.
Louise Bogan: No puedo creer que el inescrutable universo
gira sobre el eje del sufrimiento. Seguramente, la extraña belleza del mundo
debe residir en algún lugar de alegría pura.
El aliado es la afirmación.
Una afirmación es un enunciado positivo de una creencia,
y si en ello podemos ser la décima parte de lo bueno que somos para la
negación, notaríamos un cambio.
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