martes, 17 de julio de 2012

EL CAMINO DEL ARTISTA - SEMANA 3 / 4 / 5




SEMANA III
Goethe: Hasta el momento en que uno se compromete hay dudas, la posibilidad de echarse atrás, a menudo es falta de eficiencia.
En lo que concierne a todos los actos de iniciativa (o creatividad) existe una verdad elemental, cuya ignorancia es responsable de la aniquilación de incontables obras y planes estupendos: que es que en el momento en que uno se compromete definitivamente, la providencia también se mueve.

Todo tipo de cosas ocurren para ayudarnos, cosas que de otras maneras nunca habían sucedido.
Toda una corriente de acontecimientos surge de esta decisión y se ponen de nuestro lado una serie de incidentes, encuentros, asistencia material que nadie hubiera creído que pudiera existir. Cualquier cosa que te sientas capaz de hacer, empréndela. La acción tiene en sí misma magia, gracia y placer.

Erica Jung: Toma tu vida en tus propias manos, ¿y qué sucede? Algo terrible, no hay nadie a quien culpar.


SEMANA IV
Recuperar la integridad, enfrentarse a cambios en la manera que nos definimos.
Introspección productiva, una situación difícil y emocionante.

Chejov aconsejaba: “Si deseas trabajar en tu arte, trabaja en tu vida”.
O sea, para llegar a la expresión necesitamos un yo para expresar.





SEMANA V
Examinar los beneficios de permanecer bloqueados poniéndonos límites. No hacer de los otros una excusa.
Dejar a un lado nuestra noción limitada de lo que somos capaces de hacer.
Pensamiento mezquino: no queremos que se acabe el talento, como si fuera algo que se pueda agotar. No es así.
Nuestra creatividad no está en manos humanas, está en Dios. Y los hechos se producen por medio del Creador. Nuestras afirmaciones positivas nos acercan a Dios.

Práctica: Formular interrogantes cada noche, al acostarnos, sobre los caminos que queremos seguir. Es probable que en las páginas de la mañana aparezcan respuestas.

Con una actitud de exploración y descubrimiento, nos confiamos más en una expresión creativa.
Esta actitud positiva es el comienzo de la confianza.
Buscar el aspecto positivo en lo que aparenta ser adverso.
Tratarnos con amabilidad, estar menos desesperados, ser menos ásperos con los demás.
Todo esto surge de alinear nuestra creatividad con el Creador.

Dejar de confundir a los demás con el poder de lo alto. Renunciar a la idolatría, la dependencia. Sólo dependemos de la fuente misma.

Nos acostumbramos a ser buenos, en el sentido de ser superiores.
Esa espiritualidad falsa es la trampa de la virtud.
La espiritualidad mal-entendida es una soledad sin amor donde nos proclamamos por encima de la naturaleza humana. Es una forma de negación.
Para un artista, la virtud puede ser mortífera.
Dedicados a ser buenos esposos, padres o lo que sea, construimos una falsa personalidad. Postergando necesidades nos hacemos autodestructivos.
El verdadero ser es anarquista, sabe decir que no a los otros y sí a sí mismo.

No hay comentarios: