jueves, 14 de enero de 2010

CHAPLIN 1940


No queremos odiar ni despreciar. Hay lugar para todos. La buena tierra es rica y puede proveer a todos.
El camino de la vida puede ser libre y bello, pero lo hemos perdido.
La codicia ha envenenado las almas, ha levantado barreras de odio, nos ha llevado a la miseria y a la matanza.
Hemos progresado con velocidad y nos hemos encerrado dentro.
Las máquinas nos han dejado en la necesidad.
La ciencia nos ha hecho cínicos. La inteligencia nos ha hecho duros.
Pensamos demasiado, sentimos muy poco.
Más que máquinas, necesitamos humanidad.
Más que inteligencia, necesitamos dulzura y bondad.
Sin estas cualidades, la vida será violenta. Todo se perderá.
El avión y la radio nos han acercado. Estos inventos claman por la bondad humana, claman por la fraternidad universal, por la unidad.

Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres. Millones de hombres, mujeres y niños desesperados, víctimas de un sistema que tortura y encarcela a personas inocentes.
A los que me oigan, les digo: no desesperen.
La desgracia que vivimos se debe a la codicia, al rencor de hombres que temen el camino del progreso.
El odio pasará, los dictadores morirán. Y el poder arrebatado al pueblo, volverá al pueblo.
Y mientras mueran los hombres, la libertad nunca perecerá.
¡Soldados! No se entreguen más a estas bestias que los desprecian, que los explotan y rigen sus vidas, les dicen qué hacer, pensar y sentir. Los mandan, hambrean y tratan como ganado, como carne de cañón.
No se entreguen más a estos hombres inhumanos que tienen una máquina en la cabeza y en el corazón.
¡No son máquinas, no son ganado! ¡Ustedes son hombres! ¡Llevan amor en sus corazones!
¡No odien! ¡Sólo los odiados y los inhumanos odian!
¡No luchen por la esclavitud sino por la libertad!
El Evangelio de San Lucas dice: “El reino de Dios está en el hombre”. No en un hombre o en un grupo, sino en todos. ¡En ustedes!
Ustedes, el pueblo, tienen el poder.
El poder de crear máquinas, de crear felicidad.
El poder de hacer que esta vida sea libre y bella, que sea una maravillosa aventura.
En nombre de la democracia, usemos este poder. Unámonos todos.
Luchemos por un mundo nuevo. Un mundo que dará trabajo a los hombres, futuro a los jóvenes, y seguridad a los ancianos.
Prometiendo esto subieron las bestias al poder. ¡Pero mintieron! No cumplen ni cumplirán esta promesa. Los dictadores son libres pero esclavizan al pueblo.
Luchemos ahora para poder cumplir esta promesa.
Luchemos para liberar al mundo, para liberar las barreras nacionales, terminar con la codicia, el odio y la intolerancia.
Luchemos por un mundo de la razón, donde la ciencia y el progreso contribuyan a la felicidad de todos.
¡En nombre de la democracia, unámonos!

No hay comentarios: