Harvey es un pianista de jazz frustrado que se gana la vida como compositor de jingles publicitarios. Kate es una mujer solitaria que trabaja en un aeropuerto y no ha tenido suerte en sus relaciones.
Cualquier espectador más o menos experto dirá: "ya sé, estos se terminan enamorando". Y en efecto, terminarán juntos.
"Last chance Harvey" es una película predecible, de eso no cabe duda. Aún así funciona. Y funciona muy bien. En primer lugar, por el indiscutido talento y el carisma de sus protagonistas. En segundo lugar, por la frescura y la gracia. Uno sabe qué va a pasar, pero aún así se engancha y quiere ver cómo sigue la odisea de estos dos personajes. Es una película sin ambiciones, pero con algunas reflexiones sinceras como "Enamorarse cuando se es mayor es devastador", como confiesa Emma Thompson en algún momento.
La consigna es sencilla: "Nunca es tarde para cambiar tu vida". Pues bien, esta película no va a cambiar la historia del cine. Incluso es probable que nisiquiera cambie tu vida. Pero vale la pena darle una oportunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario