La vida de un escritor es insegura. Cada proyecto supone empezar de cero, de nuevo, y puede ser un fracaso. Además, es una labor muy solitaria. Puedes hablar sobre lo que estás escribiendo y discutirlo, pero cuando te sientas frente a la hoja en blanco estás a solas con ella y nadie te puede ayudar. He oído que el alcoholismo es una enfermedad laboral de los escritores.
ISAAC ASIMOV.
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