Tony Gilroy llegó para quedarse. Hizo sólo dos películas, y ya demostró que es todo un director.
Su ópera prima, "Michael Clayton" fue una de las mejores películas del 2008 (¿o es del 2007? A veces me confundo con las fechas de los filmes).Ahora, Gilroy vuelve al ruedo con "Duplicidad", un intenso film protagonizado por Clive Owen y Julia Roberts. Si hay algo que podemos envidiarle a Gilroy es la complejidad de sus guiones y la precisión del montaje.
La secuencia de los títulos de crédito iniciales es antológica: Tom Wilkinson y Paul Giamatti agarrándose a piñas, en cámara lenta. Esa sí es una buena forma de empezar un film.
Ojalá tengamos a Gilroy por muchos años más.
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