viernes, 9 de septiembre de 2011

El agua de Libia, la causa central de la invasión de la OTAN


http://www.malvinense.com.ar/sgeopol/2011/192.htm
Reservas petroleras, gasíferas, acuíferas y una reserva de oro y dinero que ya ha sido robada de las arcas del país árabe. Libia es el manotazo de ahogado del sistema financiero mundial que lucha por no caer. El agua es la clave, el motivo de la desaparición del Estado libio como lo conocemos...
"Luego de este logro, las amenazas de Estados Unidos contra Libia se redoblarán... Los Estados Unidos crearán excusas, pero la verdadera razón es detener este emprendimiento, para mantener al pueblo de Libia oprimido". Frase de Muammar Qaddafi al inaugurar la obra más grande e importante de África, que es capaz de abastecer al continente por más de 2.000 años con agua potable.


Introducción: Ni la ONU ni ningún organismo mundial sale a la defensa ante la violación de los principios básicos del derecho internacional. Un país ha sido invadido y su población está siendo exterminada sistemáticamente. En pocos meses la OTAN ha realizado 20.000 operaciones aéreas y a la fecha hay más de 50.000 muertos con el doble de heridos, en una población que no supera los siete millones. Pero ¿qué es lo que motiva a los países de la OTAN y a Europa, invadir una Nación, sin que nadie levante la voz para evitarlo?
Para comprender mejor la realidad, tengamos en cuenta estos números. Libia se basaba en una tribucracia (gobierno de las tribus) que fue el sistema que funcionó durante los últimos 40 años. Es el único país africano con un índice de desarrollo humano similar al de cualquier país de Europa; al menos eso era, hasta hoy.


Primer paso. Provocar la guerra civil. En un principio la prensa mundial reflejó que Khadafi violaba los derechos humanos en su país, de lo cual nunca hubo prueba de ello, y parecía que de la noche a la mañana, el dictador libio se había convertido en un genocida que había que quitar del poder. Los supuestos rebeldes que meses antes de iniciarse el conflicto habían estado preparándose con agentes especiales del SAS británico que ingresaron al desierto libio. O como los miembros de la agrupación terrorista Al Qaeda, que desembarcaron en los propios barcos de bandera norteamericana para sembrar el caos junto a los "rebeldes".
Operaciones de inteligencia, intrusiones con equipos especiales para adoctrinar a guerrilleros sediciosos. Durante varios días la “prensa seria” se hizo eco de informaciones del accionar del ejército libio asesinando a cientos de pacíficos manifestantes (en general las denuncias las generaban ONG de DDHH de dudoso origen), pero fueron transmitidos como datos ciertos; ello fue así hasta que ingresaron periodistas independientes y de la cadena Telesur de Venezuela, que demostraron que los supuestos ataques contra la población civil eran falsos y que los “pacíficos manifestantes” o “rebeldes” se paseaban por la calles de Benghazi en tanques y con armas automáticas, adquiridas en sus ataques a cuarteles de la Ciudad.
Aquí tenemos la primera guerra de la OTAN que utiliza a la propia población civil para invadir un país. La Armada y la aviación (hasta con vuelos no tripulados) de la OTAN se encargaron de la logística y el bombardeo a puntos estratégicos. Y con el fin de evitar una derrota en el campo de batalla, esta vez no invadió con su ejército sino con los propios civiles adoctrinados y guiados por grupos SAS y Al Qaeda, entre otros.

Segundo paso. Vaciar las arcas del Estado. En una entrevista a The Financial Times (17/5/11), Farhat Omar Bengadara (quien controla las finanzas de Libia) anunció que su labor de socavamiento de las finanzas del coronel Kadafi había resultado muy exitosa en 96 por ciento, por lo que sus días estaban contados puesto que los traslados de los cuantiosos "fondos libios" (mayormente colocados en bancos de Estados Unidos, Gran Bretaña y Europa continental) "habían sido bloqueados" ya que las "sanciones habían sido extremadamente efectivas".
Bengadara se jacta de que había paralizado las finanzas de Kadafi, quien para colmo no podía imprimir sus billetes ("dinares"), hechos en Londres por una firma británica, De La Rue, que rompió pérfidamente su contrato. Bengadara reconoce la existencia de 155 toneladas de oro en las arcas del banco central libio (hoy bajo control de la banca de la OTAN). El primer movimiento de la banca de la OTAN consistió en crear un insólito banco central "rebelde" en Bengasi, al unísono de la intervención militar (Alex Newman, The New American, 30/3/11). El saqueo de la riqueza libia por la banca sionista-anglosajona había comenzado tiempo atrás con las cuantiosas "pérdidas" que sufrieron los "fondos soberanos de riqueza" (FSR) –provenientes de los inmensos ingresos petroleros y gasíferos de Khadafi–, calculados mínimamente en 150 mil millones de dólares (Financial Times, 26/5/11)–, independientes de las otras "reservas de divisas" (el lugar 22 del mundo), por 107 mil millones de dólares (hasta diciembre de 2010), extrañamente evaporadas por Estados Unidos y Europa.


Libia como nueva base militar norteamericana: Primera cabeza de playa del Africom (Comando de África, del Pentágono). Podrán instalar bases militares de cara a Irán para poder controlar la región del norte africano, que posee bastos recursos naturales. Europa instalará sus empresas, y Estados Unidos les garantizará seguridad. Libia funciona como una fuente de recursos, sin importar ya sus habitantes.
Y todo eso, ¿por qué? Recursos naturales. Petróleo y gas. Según la OPEP, Libia posee reservas petroleras de unos 50 mil millones de barriles recuperables. Las acciones de la italiana ENI, la española Repsol, la francesa Total y la británica BP se dispararon el día de la caída de Trípoli. Pues ahora, lo que antes hacía una empresa estatal petrolera libia, pronto lo harán las petroleras europeas. Un millón y medio de barriles de producción diaria, que ya no estará en manos de la población del país árabe. Las ganancias anuales superan los 30 mil millones de dólares.
Las reservas gasíferas se calculan en 500 millones de metros cúbicos. El desierto de Libia también constituiría una de las reservas ideales de la energía solar y eólica para el continente europeo, en búsqueda angustiosa de alternativas.
Según Stratfor, centro de pensamiento texano-israelí, Gran Bretaña libra la guerra contra Libia para reposicionar a su petrolera BP (tras el desastre ambiental en el Golfo de México).
BP ya no desea obtener sólo el 15 por ciento minoritario en su acuerdo petrolero con Kadafi (Business Week, 31/5/07), sino que va por el control mayoritario, lo que hace que el coronel se vuelva desechable. Nada nuevo sobre la legendaria codicia petrolera anglosajona.


El agua, el botín central del saqueo. Exploraciones petroleras en el desierto del sur de Libia a mediados de los años 50 revelaron la existencia de vastas cantidades de agua subterránea potable.
Los científicos estiman que hace casi 40.000 años, cuando el clima del norte de África era templado, el agua de lluvia se filtró formando las reservas de agua potable. Khadafi comenzó en 1983 un enorme proyecto de irrigación, conocido como el Gran Río Artificial, para extraer reservas subterráneas de las ciudades de Kufra, Sirte, Morzuk, Hamada y el Acuífero de Piedra Arenisca de Nubia, para llevar más de cinco millones de metros cúbicos de agua, al día, a las ciudades costeras.
El Acuífero de Nubia, que abarca partes de Chad, Egipto, Libia y Sudán, es el mayor sistema de agua fósil del mundo, cubre unos dos millones de kilómetros cuadrados y se estima que contiene unos 150.000 kilómetros cúbicos. Para comprender el tamaño del acuífero, el sistema es casi tan grande como la Argentina continental, como una Argentina llena de agua.
"Primero el proyecto fue descartado cuando se supo que era una lujosa iniciativa poco rentable y un derroche de reservas no renovables", dijo a IPS el periodista Iason Athanasiadis. "Pero luego fue aclamado como un magistral trabajo de ingeniería en vastas extensiones de aguas subterráneas capaz de mantener la tasa de distribución de 2007 durante los próximos 1.000 años", añadió.
A diferencia de la mayoría de los acuíferos, éste es un recurso no renovable. Con un costo estimado de casi 30.000 millones de dólares, la red del Gran Río Artificial, con casi 5.000 kilómetros de tuberías desde más de 1.300 pozos cavados hasta a 500 metros de profundidad en el desierto del Sahara, también pretendió aumentar la cantidad de tierras cultivables.
"Libia puede comenzar un proyecto agrícola similar al del Valle de San Joaquín, en el estado estadounidense de California", señaló Patrick Henningsen. Al igual que Libia, California es esencialmente desértico, pero gracias a la irrigación y a otros proyectos hídricos se convirtió en una importante zona de producción de alimentos y algodón", explicó.

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