martes, 26 de abril de 2011

BUSH PADRE, ANTES DE LA PRESIDENCIA


Por Walter Graziano - Parte 13

Cuando Gerald Ford reemplaza a Nixon, llama a Bush y le ofrece ser director de la CÍA. Bush realizó una gran reorganización de la misma, nombrando a una gran cantidad de amigos en ese organismo. Durante el corto año que Bush dirigió la CÍA, una serie de raros episodios ocurrieron. Entre ellos, la intempestiva renuncia del primer ministro británico, a quien la CÍA acusaba de ser un espía para los soviéticos. Este hecho habría sido del paladar del poderoso clan Rothschild, que venía haciendo todo lo posible para que el laborista Harold Wilson dejara su puesto en Inglaterra. Se iba preparando el terreno para el ascenso de Margaret Thatcher.

Se produce, además, la aprobación del decreto 11.905, que autorizó a la CÍA a conducir operaciones de contra inteligencia dentro de Estados Unidos. Como consecuencia de ello, se produce uno de los pocos atentados terroristas, en aquella época, dentro de Estados Unidos, cuando en Washington DC le vuelan el automóvil al ex canciller chileno del régimen de Allende: Orlando Letelier.


En 1981 Estados Unidos padeció el segundo atentado a la vida de un presidente en sólo 17 años. Un joven desconocido, John Hinckley Jr., casi mata de un tiro a Ronald Reagan. El episodio fue aprovechado por Bush para desplazar a su archienemigo de la administración Reagan, el general Alexander Haig, y copar el gobierno de Reagan con gente propia. Lo curioso es que pueda haber hecho esto a pesar de que se empezó a conocer que John Hinckley Jr. era amigo de uno de los hijos de Bush: Neil Bush. No sólo se conocían, sino que también se había empezado a señalar que Hinckley Jr. habría sido "reclutado" posiblemente por la CÍA, la cual hasta le habría lavado el cerebro.


Durante los dos mandatos de Reagan, Bush ejerció más influencia que cualquier otro vicepresidente norteamericano del siglo XX. La operación "Irán Contras", por medio de la cual la CÍA proveía de armas al enemigo Irán para que sostuviera la guerra con Irak, habría sido diagramada por Bush y su gente a partir de los fluidos contactos que Bush y los suyos habrían tenido desde la operación "October Surprise"'. El tema era escandaloso, no sólo porque se armaba al enemigo sino también porque se decidió destinar los fondos de la venta de armas a crear bases terroristas en Nicaragua para luchar contra el gobierno sandinista que había derrocado a Somoza. Al poco tiempo, la operación se completaría con el envío de cocaína a Estados Unidos. Muchas veces el terrorismo se ubica en países con banderas supuestamente políticas que no son más que una "cortina de humo" para tapar la protección encubierta que los terroristas dan a los narcotraficantes.


No hay comentarios: