-¿Cómo podremos lograr que nuestros hijos nos perdonen por haberles dado la vida?
-Las mujeres hermosas siempre parecen inteligentes al principio. Un bello color o una bella silueta son, en efecto, la expresión de la inteligencia más absoluta.
-El amor no tenía nada que ver, sino sólo los abyectos celos.
-Sabía que tenía algunas cosas que decirle al mundo, sólo que no sabía bien cuáles.
-Sólo se había propuesto probar que la humanidad necesitaba su obra.
-Toda obra que trata de teorías se divide en dos partes. La primera se dedica a destruir las teorías anteriores o, mejor así, a criticar el estado de hecho existente, mientras que la segunda tiene la difícil tarea de reconstruir las cosas sobre nuevas bases.
-Surgen teóricos que predican la destrucción de un animal, por ejemplo, los gatos. Se escribe, se escribe y no se percibe enseguida que, en torno de la teoría, y como consecuencia de ella, pululan los gatos. Sólo muy tarde el teórico advierte el problema y, angustiado, se pregunta: ¿qué haré con tantos gatos?
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