domingo, 24 de abril de 2011

¿POR QUÉ EEUU INVADIÓ AFGANISTAN?



Por Walter Graziano

Parte 6

Según la DEA (Drug Enforcement Agency), Afganistán producía más de 70% de la cosecha de opio mundial, con el cual se elabora la heroína, en el año 2000. En dicho año, el gobierno talibán prohibió el cultivo de opio, por lo que la producción mundial colapso en 70%. Según cifras de organismos de las Naciones Unidas, de más de 82.000 hectáreas afganas cultivadas en el año 2000, solamente quedaron 7.600 hectáreas con cultivo de opio en el año 2001. En el año 2002, una vez que Estados Unidos derrocó al gobierno talibán y colocó en su lugar a Hamid Karzai, la producción afgana de opio volvió a aumentar a entre 45.000 y 65.000 hectáreas cultivadas. El narcotráfico mueve por año unos 500 mil millones de dólares. Se calcula que el negocio de la droga en Afganistán puede llegar a ser fuente hasta de unos 200 mil millones de dólares anuales. En un artículo titulado "Osama Bin Laden, un guerrero de la CÍA", el 23 de septiembre de 2001, Chossudovsky brinda más información. Textualmente dice lo siguiente:

"La historia del comercio de drogas en Asia Central está estrechamente relacionada con las operaciones encubiertas de la CÍA. Antes de la guerra soviético-afgana, la producción de opio en Afganistán y Paquistán estaba dirigida a los pequeños mercados regionales. No había una producción regional de heroína. Al respecto, el estudio de McCoy confirma que en los años de la operación de la CÍA, las tierras fronterizas entre Afganistán y Paquistán se volvieron el productor número uno del mundo, proveyendo 60% de la demanda estadounidense. En Paquistán, la población adicta a la heroína ascendió de casi cero en 1979 a 1,2 millones en 1985. Un incremento más acelerado que en cualquier otra nación. Los activos de la CÍA controlaban este comercio de heroína. En cuanto a los guerrilleros mujaidines tomaban el territorio en Afganistán, ordenaban a los campesinos plantar opio, como un impuesto revolucionario. Cruzando la frontera, en Paquistán los líderes afganos y los cárteles locales bajo la protección de la inteligencia paquistaní (ISI) operaban cientos de laboratorios de heroína. Durante esta década, la agencia estadounidense de combate a las drogas (DEA) no logró en Islamabad arrestos ni detenciones importantes."



Podemos advertir, entonces, que la imagen de un Osama Bin Laden a la vez multimillonario y religioso fanático puede resultar más que irreal. Cuesta pensar que Bin Laden, financiado por el ISI paquistaní, haya estado ocupado exclusivamente en el entrenamiento de fanáticos religiosos, potenciales suicidas, mientras a su lado, bajo su directa vista, el ISI y los activos de la CÍA que Chossudovsky señala se llenaban los bolsillos mediante el narcotráfico.

En este punto, vale la pena señalar lo siguiente: el presupuesto anual de la CÍA ronda los 35 mil millones de dólares. Con ese dinero, la CÍA debe realizar operaciones secretas en prácticamente todo el mundo. A fin de tener una acabada idea de cuánto dinero es 35 mil millones de dólares para gastar en todo el mundo en un año, vale la pena citar que esa cifra equivale al patrimonio de sólo un fondo de inversión mediano en EE.UU. Ocurre que el presupuesto de la CÍA debe ser votado por el Congreso norteamericano, y éste no incluye partidas para operaciones ilegales o criminales. Sí la CÍA sólo contara con un presupuesto de 35 mil millones de dólares, poco y nada podría hacer en el mundo. Esto puede explicar mejor por qué los talibanes fueron desalojados del poder por el gobierno de Bush, justo luego de haber prohibido el cultivo de opio.

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