martes, 26 de abril de 2011

TERRORISMO MADE IN USA


Por Walter Graziano / Parte 9

En cuanto al terrorismo, a pesar de la propaganda de los medios de comunicación, ha sido mucho más financiado por la CIA y los Estados Unidos de lo que puede parecer.

Noam Chomsky señala: "Estados Unidos es el único país condenado por el Tribunal Internacional por terrorismo internacional —por el uso ilegal de la fuerza con fines políticos, como el Tribunal lo señala—."

A propósito del terrorismo internacional, muchos de los atentados quedan en la más absoluta oscuridad, a pesar de factores llamativos. Por ejemplo, los atentados cometidos en las embajadas norteamericanas de Nairobi (Kenia) y Dares Salaam (Tanzania) durante la era Clinton costaron la vida de centenas de personas, casi todas africanas. Menos del 10% de las víctimas eran estadounidenses. En cuanto a los atentados cometidos en Riad (Arabia Saudita) el 12 de mayo y el 8 de noviembre de 2003 —que sirven de excusa a EE.UU. para mantener su ejército en Irak y sus bases en Arabia Saudita—, apenas murieron 9 estadounidenses sobre 35 muertos totales en mayo y... ningún norteamericano sobre 30 muertos en las explosiones de noviembre. Asimismo, las células terroristas chechenas que suelen provocar desastres en Rusia fueron, según Chossudovsky, entrenadas en Afganistán por mujaidines afganos. Este sería un curioso caso en el que los terroristas chechenos son funcionales a los intereses de las mega empresas petroleras, dado que una eventual independencia de Chechenia de la Federación Rusa convertiría los pozos petrolíferos de Bakú (Azerbaiján) en mucho más fáciles de dominar por parte de las petroleras anglonorteamericanas, dado que Chechenia —hoy rusa— separa Azerbaiján de Rusia.

Sea quien fuere el verdadero organizador de una buena parte del terrorismo internacional, y más allá de quiénes son en realidad los que utilizan a fanáticos islámicos o nacionalistas varios en atentados, muchas cosas pueden quedar claras: el crimen organizado y varios clanes de multimillonarios están más emparentados de lo que a primera vista parecen.

La CÍA y el terrorismo son mucho más amigos de lo que uno puede suponer: Thierry Meyssan muestra los facsímiles de la denominada "Operación Northwoods" cuando, a inicios de los años '60, militares norteamericanos querían organizar operaciones terroristas en su propio territorio, matando ciudadanos norteamericanos para presentar la invasión que se preparaba contra Cuba como sí fuera en legítima defensa.

Los viejos films de Coppola acerca de la mafia lucen como películas rosas en comparación con lo que la realidad parece ser. En medio de todo esto, sigue quedando la gran incógnita de los atentados del 11 de septiembre de 2001, y de la familia Bush, clan que parece mezclar intereses públicos y privados, y no tener código alguno al momento de perseguir sus intereses. Es muy extraño que ningún juez en Estados Unidos se haya planteado la legalidad de las asesorías de Bush padre al Carlyle Group, luego de su paso por el gobierno, y habiendo dejado una enorme cantidad de contactos políticos, a todo nivel, en todos lados.

Tampoco se ha cuestionado la legalidad de que Dick Cheney en diez años haya sido sucesivamente secretario de Defensa, presidente de la petrolera Halliburton y vicepresidente de Estados Unidos. Aunque no suena raro, si se tiene en cuenta que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos parece poseer un grado de adicción al sector industrial petrolero financiero militar al menos desde los años '80, cuando Reagan y Bush nombraron la mayoría de los actuales jueces.


Una gran cantidad de autores, sin embargo, llevan mucho más atrás en el tiempo este grave conflicto de intereses. Incluso hay quien señala que es algo inherente al propio tipo de capitalismo corporativo, donde la democracia es sólo una ilusión, que se adueñó de Estados Unidos.

Estudiar al clan Bush puede aportar mucha luz acerca de cómo funciona el mundo, acerca de las reales noticias que no siempre coinciden con las que circulan en los medios masivos de comunicación. Como detalle, vale mencionar el propio caso de Osama Bin Laden; sus declaraciones después del 11 de septiembre de 2001 generalmente fueron obtenidas, traducidas y reproducidas por el canal televisivo Al Jazeera, instalado en Qatar. Es posible que no se haya divulgado que Al Jazeera es una especie de CNN "aclimatada" al paladar árabe. Quizá tampoco se recuerde que Qatar fue el primer país del Golfo Pérsico que se ofreció a prestar apoyo a George W. Bush en su campaña contra Irak, lo que en su momento motivó una amenaza de Hussein de "volar" Qatar, hasta sus cimientos.

En cuanto a los atentados del 11 de septiembre de 2001, Bin Laden podía tener causales económicas y políticas como para ser el autor de los mismos. Además también tenía razones personales para vengarse de la familia Bush. Sin embargo, que Bin Laden tuviera muchos motivos para realizar los atentados no implica necesariamente que los haya cometido. A medida que transcurre el tiempo, van creciendo las dudas con respecto a la autoría de los atentados. Podría darse el caso de que Osama haya sido elegido de antemano como "chivo expiatorio", justamente debido a gran cantidad de motivaciones que podía tener para efectuar esos hechos, factor que podría constituir el pretexto ideal para comenzar una verdadera cruzada militar contra varios países árabes.

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