El público moderno exige la desnudez del autor. ¿Nos interesa el alma del autor? No, no es por eso. Es por la insaciable preocupación moderna por la psicología.
Para la conciencia moderna, el artista (que reemplaza al santo) es el sufridor ejemplar.
Entre los artistas, el escritor es la persona a la que consideramos más capaz de expresar su sufrimiento.
El escritor es el sufridor ejemplar, no sólo por alcanzar un nivel de sufrimiento más profundo, sino porque encontró una manera profesional de sublevar su sufrimiento.
Cesare Pavese ha escrito en su diario: La Literatura es una defensa contra las ofensas de la vida.
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