domingo, 12 de octubre de 2008

WOODY


-No quiero alcanzar la inmortalidad mediante mi trabajo, sino simplemente no muriendo.
-La única manera de ser feliz es que te guste sufrir.
-Lo que más odio es que me pidan perdón antes de pisarme.
-La vida se divide en dos: lo horrible y lo desdichado.-Sabía que estaba enamorado. Primero que todo, sentía muchas náuseas.
-No me da miedo morir, pero no me gustaria estar presente cuando ocurra.
-Hoy soy una estrella. ¿Qué seré mañana? ¿Un agujero negro?
-Te quiero contar una historia tremenda acerca de la anticoncepción oral: le dije a esa chica que si quería hacer el amor conmigo y me dijo que no.-Todos los hombres son mortales. Sócrates era mortal. Por lo tanto, todos los hombres son Sócrates. Lo que significa que todos los hombres son homosexuales.
-Yo fui expulsado del colegio por copiar en el examen de metafísica; miré en el alma del muchacho que se sentaba al lado de mí.
-El aspecto positivo de la muerte es que es una de las pocas cosas que pueden efectuarse estando cómodamente tumbado.
-Hoy vi un crepúsculo rojo y pensé ¡Qué insignificante soy!. Naturalmente, también pensé eso ayer, y llovió. Me sentí asaltado por el odio hacia mí mismo, y proyecté de nuevo suicidarme... esta vez aspirando hondo cerca de un vendedor de seguros.-Acabo de conocer a un hombre maravilloso; es de ficción, pero no se puede tener todo.-En Beverly Hills no tiran la basura, la convierten en televisión.
-Téngase presente también que para el amante la amada es siempre el más bello objeto imaginable, si bien para un extraño resultará indistinguible de cualquier variedad de salmónidos.
-Me gusta leer pornografía en Braile.
-Mis padres no solían pegarme; lo hicieron sólo una vez: empezaron en Febrero de 1940 y terminaron en Mayo del 43.
-A través de la vida debemos enfrentarnos a decisiones angustiosas. A elecciones morales. Algunas son a gran escala. Muchas son menos importantes. Pero nosotros nos definimos por las decisiones tomadas. De hecho somos la suma total de nuestras decisiones. Los hechos se desarrollan impredeciblemente... injustamente. La felicidad no parece estar incluida en el diseño de la creación. Somos nosotros, con nuestra capacidad para amar los que damos un sentido al universo indiferente. Y aún así, la mayoría de los seres humanos, parecen tener la habilidad para seguir intentándolo e inclusive encontrar alegría en las cosas sencillas como en la familia, en el trabajo y en la esperanza de que las futuras generaciones puedan comprender más.

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