Es la película del momento. Arrasó con todos los premios en unos cuantos festivales, arrasó con los BAFTA, con los Globos de Oro. Y finalmente, arrasó con los Oscars.
Honestamente, no me terminó de convencer. Es innegable que es una buena película, es cierto, está muy bien escrita, bien dirigida, bien actuada. Es bastante prolija. Pero nada más que eso, nada del otro mundo.
Comparto la opinión de todos aquellos que criticaron esa mirada cool sobre el Tercer Mundo que aborda este film, esa mirada tan típica de muchos cineastas europeos.
Si hablamos de los Oscar, todas las otras películas que estaban nominadas me parecen muy superiores (a excepción de The Reader, que todavía no pude ver). Pero bueno, así son las cosas.
Lo único rescatable de todo esto es que Danny Boyle (ignorado y menospreciado en los últimos años) ha vuelto a jugar en primera, ha vuelto a posicionarse y a encaminar su carrera. Lo demás, olvidable.
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