sábado, 12 de marzo de 2011

Cámpora, ¿pusilánime o revolucionario?


Había un chiste que se repetía mucho en los ´70:

Perón le pregunta a Cámpora: ¿Qué hora es?

Y Cámpora responde: La que usted quiera, general.

Hasta ese rídiculo nivel llegaba la sumisión e idolatría que Cámpora sentía hacia su líder.

Entonces, ¿quién era Cámpora? Un tipo simpático con pocas ideas que llegó a presidente porque Perón así lo dispuso. Y estuvo en el poder 49 días, porque Perón así lo dispuso.

Una figura dependiente, sin relieve ni profundidad, sin carácter.

Entiendo que, por aquel entonces, los Montoneros lo sintieran muy cercano, como a un familiar (por algo le decían el Tío) y que podían manejarlo como ellos querían. Quizás vieron en él a un líder revolucionario... nada más alejado de la realidad. Pero bueno, ya sabemos cómo son estas cosas, en ese entonces muchos veían a Perón como la versión criolla de Fidel Castro o de Allende y ahora no se hacen cargo de haber cometido semejante error de cálculo.

En estos últimos días, veo afiches con el eslogan setentista: "Cámpora al gobierno, Perón al poder".

No entiendo todos estos homenajes, todas estas reivindicaciones en torno a un personaje tan insignificante...

¿Se trata de mantener viva la historia? ¿O de manipular la historia para agarrar a un pusilánime y convertirlo en un héroe revolucionario?


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