domingo, 20 de marzo de 2011

LA EXHIBICIÓN DE LAS ATROCIDADES


Talbot cree, y la lógica del guión lo confirma, que los choques automovilísticos no tienen el significado que les atribuimos. Además de una función ontológica, que redefine los elementos del tiempo y espacio de acuerdo con nuestro artículo de consumo más poderoso, el choque de autos puede ser percibido inconscientemente como un acontecimiento fertilizante antes que destructivo, una liberación de energía sexual capaz de reconciliar con una intensidad de otro modo imposible: la sexualidad de los que han muerto. James Dean y Miss Mansfield, Camus y el presidente asesinado. En la eucaristía del choques de autos simulado vemos transcritas las partes pudendas de Ralph Nader, nuestra imagen más próxima es la de la sangre y el cuerpo de Cristo. -Se detuvieron junto al camino de pruebas. Un grupo de ingenieros observaba como remolcaban un Lincoln aplastado a través del aire matinal. El maniquí plástico y calvo de una mujer estaba sentado sobre la hierba con las zonas de lesiones señaladas en las piernas y el tórax.

La exhibición de las atrocidades, de J. G. Ballard

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