The White Album apareció en Inglaterra en noviembre de 1968 y posee uno de los records de la industria discográfica, sólo en EEUU se vendieron dos millones de copias en menos de una semana.
Era el primer LP en donde podía verse la etiqueta de Apple, la compañía que habían formado hacía unos meses. El disco original contenía un afiche, decenas de fotografías y un libro. Una producción que mezclaba fotos de excelente calidad en papel brillante con dibujos hechos a mano, desprolijidad y letras en relieve.
Varios temas quedaron afuera por una u otra razón, "Hey Jude" se editó como simple. "What's the new Mary Jane" y "Not guilty" sólo fueron incluidos en discos piratas. Otros demos ni siquiera fueron considerados.
La mayoría de los temas habían sido compuestos en la India y las sesiones de grabación fueron tensas. Era inevitable, estaban acercándose a un punto de no retorno, ellos también estaban creciendo. Surgían resentimientos, egos lastimados, los muchachos dejaban de serlo, aparecían otros intereses, otras necesidades, otras miserias. Lennon estaba abusando de las drogas y experimentaba con heroína, McCartney intentaba llenar ese vacío sin conseguirlo. Harrison había dejado de ser el jovencito que seguía a sus ídolos y necesitaba expandirse. Ringo, se estaba aburriendo de tanta pelea inútil.
Casi cinco meses llevó terminar las grabaciones y el resultado: cuatro gigantes desnudos.
La lista de temas del Álbum Blanco contiene los más variados estilos de la música popular de este lado del mundo: ska (Obladi-obladá), rock playero (Back in the USSR), country (Rocky Raccon), punk (Helter Skelter), baladas acústicas, soul, blues británico, rock & roll, folk y ese gran delirio de Lennon que fue “Revolution Nº 9”.
En el Album Blanco abunda el caos. El caos artístico, un caos genial. Más allá de la nostalgia, digamos que con “The Happiness is a warm gun” cualquier banda brit pop de estos años hace un disco entero.
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