BIOY SOBRE BORGES: Borges vivió casi toda su vida con amores desdichados y con amores muy intensos. Yo tuve muchos más amores que Borges, pero no me afectaban tanto.
Borges vivió sufriendo de amores hasta la muerte. De amores en general secretos. Borges y yo alardeábamos de mantener una amistad sin confidencias, pero la verdad es que eso correspondió sólo al comienzo de nuestra amistad, que también un período muy largo, porque nuestra amistad fue muy larga. Pero después Borges solía contarme sus desdichas…
BIOY SOBRE CORTÁZAR: En 1964 conocí a Julio Cortázar. Creo que nos sentimos bastante amigos desde la primera vez que nos vimos. Alguna vez nos escribimos cartas, aunque muy pocas. Pero sabíamos que éramos amigos. Cortázar era bastante ceremonioso. Era un poco chambelán, como un maestro de ceremonias. Pero muy simpáticamente, ¿no? Quiero decir que tenía gestos ceremoniosos… Por otra parte, tambien de mí se ha dicho eso. Porque yo, a veces, cuando entro a un lugar hago una reverencia: no sé por qué hago esa reverencia, es como que no sé saludar. Bueno, entonces la gente ve eso como un gesto muy ceremonioso: es tal vez una manera que tiene el tímido para expresarse rápidamente cuando no sabe cómo proceder. Y creo que, como yo, Cortázar era una persona tímida. Hay muchos tímidos que nos engañan porque no parecen tímidos, pero Cortázar si me pareció tímido.
BIOY SOBRE BORGES: Yo me sentía como un hermano de Borges, y hemos pasado la vida discutiendo sobre una cantidad de cosas. Borges era más eminentemente épico que yo y tenía cierto rechazo por la parte intimista, rechazo que yo no tengo. Hay cosas así. A Borges no le gustaba mucho expresar sentimientos y en la vida era tal vez más sentimental que yo. De las mujeres se enamoraba con todo, ¿eh? Y sufría muchas veces y les dejaba ver que estaba tal vez demasiado enamorado… Y solía tener mala puntería para elegirlas, y las mujeres muchas veces lo maltrataron precisamente por esa entrega excesiva. La suya fue una vida sentimental. Borges no parece un escritor tan racional y sin embargo…
Hay personas que me dicen: ¿Usted no ha sufrido por la oscuridad que puede haberle traído Borges? Yo les contesto: Pero ¿cómo voy a comparar eso con la felicidad que tuve de ser amigo de él durante tantos años? ¿Y de haber conversado con él noches y noches y días y días?
No hay comentarios:
Publicar un comentario