Siempre estamos hablando de la crisis de los 30, pero nadie habla de la crisis de los 31.
Es como si ya te hubieras resignado, cierto.
Pero, viéndolo desde la perspectiva correcta, es como si te hubieras aceptado. De una buena vez.
Ya pasé la barrera de los 30 y el mundo no se vino abajo. Todo sigue en su lugar, los proyectos siguen vigentes y, lo más importante, los afectos están donde tienen que estar. Es decir, cerca.
La verdad es que no pensaba festejar los 31. Pero bueno, a último momento cambié de opinión y no me arrepiento.
Panorámica grupal.
Leticia, la anfitriona ideal de la tarde.
Primera foto grupal con Gabriel Bellini Jr.
Posando con Pato. Yo salgo con los ojos cerrados, y Luis tiene miedo que se caiga Gabriel.
Creo que la última vez que sostuve un bebé en brazos fue hace más de diez años.
Muy buena la sensación, realmente.
Mariano, Evangelina y Gabriel.
Con Divi.
Con Divi, Maru, Okuma, Ariel y Carmela.
Escenario campestre con Federico, Pato y Alexis.
Carmela, Fede, Pato y Alexis.
Con Alexis, Evangelina y Mariano.
Con Luis, Fede, Carmela, Okuma y Ariel.
Con nuestro colega de Brasil, Rafael.
Con Fede, el dúo dinámico.
Una foto rockabilly con Luis.
El festejo del viernes, con mamá.
Con mi abuela.
Con papá.
Y bueno, eso fue todo por ahora.
Hasta los 32.
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