George Clooney nos cae bien a todos. Es un buen actor, tiene carisma, ha sabido elegir bien sus proyectos. Y tambien demostró ser un director muy interesante, teniendo en cuenta sus ópera prima ("Confesiones de una mente peligrosa") y la gran apuesta que significó su segundo intento ("Buenas noches, buena suerte"). Lamentablemente, su tercera película como director no me terminó de convencer.
Se llama "Leatherheads" (en España le pusieron "Ella es mi partido") y no se va a estrenar en los cines porteños. Ya está disponible en DVD.
Es una comedia romántica sobre el deporte preferido de los norteamericanos. Nada más que eso. Por momentos es demasiado tonta. Lo mejor que se podría decir es que se trata de una película "simpática". Es lo que uno dice cuando una chica es agradable, pero sabés que no te acostarías con ella. Bueno, "Leatherheads" es simpática. Si nos ponemos firmes, podemos decir que verla es una pérdida de tiempo.
Hace pocas semanas se estrenó en Argentina la última película de Richard Linklater, "Fast Food Nation". ¿Qué puedo decir? Me aburrí muchísimo. Es evidente que Linklater no está capacitado para hace películas con temática social. Trazo grueso, lugares comunes. El negocio del fast food, la explotación de los inmigrantes ilegales... Es la típica película que hacen los tipos que se la creen. "Todo funciona mal y yo me doy cuenta porque soy inteligente, pero ustedes son todos unos conformistas que se dejaron manipular".
Aparece Ethan Hawke (absolutamente insoportable) interpretando a un personaje que vendría a ser "la voz del director"; todo lo que dice es interesante, pero en algún punto tenés ganas que se calle. Y está Avril Lavigne, como una especie de Nicole Neumann con consciencia social. Y Bruce Willis, poniendo cara de intimidante. Y nada más.
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