domingo, 23 de mayo de 2010

LA MARCHA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS


http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1267085
Trajeron un mensaje tan sencillo y emotivo en sus formas como contundente e incómodo para el Gobierno. Tras ocho días de caminata, que incluyeron actos y ceremonias religiosas en varias ciudades del interior, la Marcha Nacional de Pueblos Originarios llegó ayer a la Plaza de Mayo para reclamarle al Estado el "cumplimiento efectivo" de sus derechos.

Liderados por la dirigente jujeña Milagro Sala, de la organización Tupac Amaru, representantes de unas 30 etnias y 300 comunidades aborígenes del interior convocaron a miles de personas frente a la Casa Rosada, acompañados por vecinos de Buenos Aires que se solidarizaron con sus planteos. En ese lugar permanecieron hasta la noche, entre discursos de protesta, coplas y bagualas, mientras Sala le entregaba a la Presidenta un documento con las peticiones y propuestas del grupo.

Los puntos centrales del reclamo pasan por crear un Estado plurinacional que reconozca la diversidad de culturas de los pueblos originarios; obtener una reparación territorial y económica; cuidar a la Pachamama, a partir de la protección de glaciares, la prohibición de la minería a cielo abierto y el control de pesticidas; reconocer las lenguas y culturas aborígenes en las escuelas y eliminar el feriado del 12 de octubre, Día de la Raza, para sustituirlo por las fechas sagradas de las distintas comunidades.

"¡Jallalla! (Salud)", gritó Sala, arrodillada sobre el escenario y vestida con los colores de la whipala ?la bandera de las naciones andinas?, cuando las columnas arribaron a la plaza, donde fueron recibidas por las Madres de Plaza de Mayo.

Recién volvería a hablar hacia el final del acto, tras la reunión con la Presidenta, que se comprometió a acordar una agenda de trabajo común y anunció un paquete de medidas: la financiación de 10 radios FM y una AM para las comunidades, 20 mil becas escolares y subsidios para todos los jóvenes aborígenes que inicien estudios universitarios.

Pero el momento más emotivo del acto fue el discurso de Patricia Cruz, de Maimara (Jujuy), que narró entre lágrimas las penurias de su infancia, la discriminación de "los gringos" y el maltrato de la tierra que observó durante la marcha. "Estoy dispuesta a morir por un pedazo de tierra, porque es nuestra", enfatizó.

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