viernes, 7 de mayo de 2010

SYNECDOCHE N.Y.


Charlie Kaufman es una de las mentes más brillantes, creativas y originales que ha surgido en Hollywood en los últimos años. Prueba de ellos son sus magníficas obras, todas cargas de intensidad, pasión, filosofía, desafíos para el espectador y un largo etc., empezando con "¿Quieres ser John Malkovich?" y siguiendo con "Confesiones de una mente peligrosa", "Adaptation" y (en mi opinión, la más lograda de todas) "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos".
Ahora Kaufman escribió un guión con la idea de que sea dirigido por Spike Jonze, pero Jonze estaba ocupado con otros planes y descartó el proyecto. Y así fue como Kaufman decidió dirigirla él mismo...
¿Cuál es el resultado? Este film tiene semejanzas y diferencias con los films anteriores que habían dirigido otros directores.
Tenemos a Phillip Seymour Hoffman encarnando al típico personaje de Kaufman: un hombre solitario, depresivo, pesimista, arruinado, acabado, al que le pasarán un sinfin de situaciones desagradables, desopilantes, humillantes, edificantes.
El principal problema, creo, es que Kaufman (como director) es demasiado solemne. Sus anteriores guiones cayeron en manos de directores especializados en videoclips (Spike Jonze y Michel Gondry) que supieron aportar un costado lúdico, una impronta humorística a puro ritmo. Lamentablemente, Kaufman carece de todo eso, y es así como su primera película como director (tan esperada, tan ansiada por todos nosotros) termina siendo un ejercicio pretencioso y exageradamente soberbio.
Como señala Barón Vadeaux en FilmAffinity.com, el argumento es muy “retorcido” y exige “cierto esfuerzo asimilarlo”. Es una de esas películas que el espectador debe interpretar o reconstruir como un puzzle o un jeroglífico. Exige una actitud activa: nadie debería verla esperando que las escenas de la gran pantalla lo entretengan.
Con esta clase de películas puede pasar dos cosas: uno sale del cine maravillado o desorientado, pero no indiferente.
Es obvio que Kaufman es un genio. Pero bueno, su última película no me dejó convencer. Si por mi fuera, prefiero que siga trabajando como guionista...

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