Antes de pasar a estudiar las cuatro disciplinas será conveniente reflexionar sobre el alcance de estos materiales. En la Escuela se trabajan las Disciplinas con clara intención de presentar cuadros de situaciones mentales que no se aprecian ni se resuelven con la información y la forma mental habitual sino mas bien usando otras vías de comprensión que bien podríamos llamar “intuitivas” o “inspiradas” y que desde luego están planteadas fuera de la racionalidad habitual y de la mecánica mental cotidianas. En las Disciplinas se trabaja con alegorías, signos y símbolos y dentro de “atmósferas” bien diseñadas para enfrentarse a hechos psicológicos sorprendentes que si se presentaran como “problemas” deberían ser resueltos en otro nivel de comprensión. Contamos desde hace mucho tiempo con trabajos parecidos a los que se realizan con los “koans” en el budismo Zen japonés. En dichos trabajos, en dichos acertijos y paradojas, no se pretende confrontar lo que muestran los sentidos con otro tipo de percepción, ni el discurso coherentemente organizado con proposiciones que contienen términos contradictorios entre si.
En las Disciplinas no se tratan los temas que encontramos a diario en los medios de difusión o de la charla cotidiana. Se pretende, simplemente, adiestrar el punto de vista y la reflexión haciéndolos tan flexibles como sea posible, sin perder una secuencia y un proceso que mantenga su lógica interna y lleven a comprensiones diferentes a las habituales… El “mundo” está repleto de otros puntos de vista y otras comprensiones, así es que nos reservamos una humilde franja de temas y procedimientos que solamente practicamos y estudiamos en la Escuela.
Si es que estos ejercicios y prácticas tuvieran alguna utilidad, sería la de presentar ante el practicante otra forma posible de emplazarse frente a las paradojas y, por qué no, frente a realidades cotidianas que solemos descartar sin más, dado su carácter a veces ambiguo, a veces multivoco pero a menudo sorprendente y hasta “increíble”. Por otra parte, si no se viera utilidad de tales trabajos siempre quedaría en nosotros ese “residuo” tan especial que a veces nos dejan los sueños y algunas obras de arte. Esos “residuos”fueron rescatados desde antiguo por el hermetismo sistemático Alejandrino y hoy por la estética surrealista.
En la Escuela, se ejercita la comprensión de nosotros mismos tomando los recodos de un pensamiento relacional que nos coloca en los espacios de la conciencia inspirada.
En las Disciplinas no se tratan los temas que encontramos a diario en los medios de difusión o de la charla cotidiana. Se pretende, simplemente, adiestrar el punto de vista y la reflexión haciéndolos tan flexibles como sea posible, sin perder una secuencia y un proceso que mantenga su lógica interna y lleven a comprensiones diferentes a las habituales… El “mundo” está repleto de otros puntos de vista y otras comprensiones, así es que nos reservamos una humilde franja de temas y procedimientos que solamente practicamos y estudiamos en la Escuela.
Si es que estos ejercicios y prácticas tuvieran alguna utilidad, sería la de presentar ante el practicante otra forma posible de emplazarse frente a las paradojas y, por qué no, frente a realidades cotidianas que solemos descartar sin más, dado su carácter a veces ambiguo, a veces multivoco pero a menudo sorprendente y hasta “increíble”. Por otra parte, si no se viera utilidad de tales trabajos siempre quedaría en nosotros ese “residuo” tan especial que a veces nos dejan los sueños y algunas obras de arte. Esos “residuos”fueron rescatados desde antiguo por el hermetismo sistemático Alejandrino y hoy por la estética surrealista.
En la Escuela, se ejercita la comprensión de nosotros mismos tomando los recodos de un pensamiento relacional que nos coloca en los espacios de la conciencia inspirada.
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