¿Quién ha demostrado que la violencia sirvió para algo más que para lastimar a los pueblos y para dejar una ola de terror, de dolor, de muerte, de desencanto, de sufrimiento?
La violencia no conduce a nada.
La violencia nunca tiene razón.
Lo que tiene razón es la idea, la palabra, el sentimiento.
La falta de ética produce violencia. La falta de solidaridad produce violencia.
La violencia es un arma terrible cuando se manifiesta porque siempre está en manos de groseros. Gente que no piensa, gente que no escucha y gente que no entiende razones.
Si miramos la historia de la humanidad, veremos que la violencia nunca ha engendrado el bienestar de ningún pueblo. Nunca.
Pero tampoco ha generado el bienestar de un ser humano.
La violencia no se puede ejercer ni en la casa, ni en el barrio, ni en la ciudad, ni en el país. Ni en el mundo. Termines con eso, seamos sensatos.
Pensemos, por un momento, que somos seres humanos y que tenemos la facultad de pensar, de estudiar, de concebir una solución para cualquier tipo de problema.
El paisano dice: "hablando se entiende la gente".
El paisano, como siempre, nos da una lección.
Hablemos, conversemos, recapitulemos, observemos. Y nos vamos a llegar a dar cuenta en un determinado momento que estamos encontrando un punto de contacto.
Hablar de la violencia es hablar de la grosería. Hablar de la impunidad, de lo tiránico. Hablar de lo que no tiene cabida en un ser humano consciente.
La violencia no nos conduce, no nos lleva, no nos aporta, no nos beneficia, entonces ¿por qué la vamos a utilizar?
El hombre es un ser pensante, con capacidad de diálogo, con capacidad de análisis.
Sumémonos a la Marcha por la Paz y la No-Violencia, para etendernos entre nosotros, por la solidaridad, por el afecto hacia el otro aunque no sepamos su nombre ni su domicilio. Porque el otro, como yo, es también un ser humano.
Respetémonos entre nosotros.
Sumémonos a la Marcha.
Le vamos a hacer un bien al mundo, y nos vamos a hacer un bien a nosotros.
La violencia no conduce a nada.
La violencia nunca tiene razón.
Lo que tiene razón es la idea, la palabra, el sentimiento.
La falta de ética produce violencia. La falta de solidaridad produce violencia.
La violencia es un arma terrible cuando se manifiesta porque siempre está en manos de groseros. Gente que no piensa, gente que no escucha y gente que no entiende razones.
Si miramos la historia de la humanidad, veremos que la violencia nunca ha engendrado el bienestar de ningún pueblo. Nunca.
Pero tampoco ha generado el bienestar de un ser humano.
La violencia no se puede ejercer ni en la casa, ni en el barrio, ni en la ciudad, ni en el país. Ni en el mundo. Termines con eso, seamos sensatos.
Pensemos, por un momento, que somos seres humanos y que tenemos la facultad de pensar, de estudiar, de concebir una solución para cualquier tipo de problema.
El paisano dice: "hablando se entiende la gente".
El paisano, como siempre, nos da una lección.
Hablemos, conversemos, recapitulemos, observemos. Y nos vamos a llegar a dar cuenta en un determinado momento que estamos encontrando un punto de contacto.
Hablar de la violencia es hablar de la grosería. Hablar de la impunidad, de lo tiránico. Hablar de lo que no tiene cabida en un ser humano consciente.
La violencia no nos conduce, no nos lleva, no nos aporta, no nos beneficia, entonces ¿por qué la vamos a utilizar?
El hombre es un ser pensante, con capacidad de diálogo, con capacidad de análisis.
Sumémonos a la Marcha por la Paz y la No-Violencia, para etendernos entre nosotros, por la solidaridad, por el afecto hacia el otro aunque no sepamos su nombre ni su domicilio. Porque el otro, como yo, es también un ser humano.
Respetémonos entre nosotros.
Sumémonos a la Marcha.
Le vamos a hacer un bien al mundo, y nos vamos a hacer un bien a nosotros.
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