TOMAS ABRAHAM Y LA POLÍTICA

Vos decís: el problema es la política. Y la política no la hacen los políticos solos. La gobernabilidad de una sociedad está en la sociedad civil. Acá han gobernado los periodistas, los empresarios, los banqueros, los políticos, mucha gente. Esa idea estática de que gobierna el rey es un engaño. Acá gobiernan muchos. Pero los políticos fueron una buena fuente de descarga: sintetizan el problema y lo hacen fácil de entender. Ayuda a los sentimientos de venganza y de bronca. Y se pueden designar culpables, que es muy necesario porque un odio anónimo no se banca.
¿A quién le convino? ¿Quién produjo esto? Fue paulatino. En un momento dado, las empresas mediáticas lucraron con eso porque los medios de comunicación son un poder bastante importante desde el punto de vista empresarial. Sus voceros son los periodistas. No hablo de una relación de esclavitud entre el periodista y su empresa, pero son la cara visible.
En el rubro de credibilidad en las encuestas, la Iglesia y el periodismo están primeros, y los políticos están últimos. Que una iglesia y los medios sean lo más creíble implica un cierto clima: “Creo en Dios y en sus pastores, el obispo y el periodista”. Cumplieron con la pastoral. El periodismo en los últimos años tuvo un rol muy fuertemente moral de representación de la gente contra los políticos. Eso creó un clima muy fuerte y eso se notaba más todavía en el poco rescate que había entre los que estaban peleando desde adentro de la política.