MI NOVIO ES UN ZOMBIE
El género de zombies siempre se renueva y nunca se agota. A veces es necesario encontrar nuevas variantes. En este caso, una historia de amor entre una chica y un muerto-vivo. Más allá de la aparente necrofilia, el film es muy bueno y cumple con lo que promete.
Es interesante advertir que este zombie nos resulta mucho más humano y encantador que el personaje de Robert Pattinson en Crepúsculo.
Hay momentos de comedia, momentos romanticismo y un desenlace demasiado aleccionador.
EL HOMBRE DE LA MASCARA DE HIERRO
Buen ejemplo de un film hecho "a reglamento".
Un guión prolijo, una dirección prolija, hasta la musicalización y la fotografía están en su correcto nivel, sin desentonar y sin sorprender.
El film se salva por el argumento brindado por Alejandro Dumas y un elenco de lujo que logra transmitir, aunque sea por breves momentos, el legendario heroísmo de los mosqueteros.
IF ONLY
Bastante bien, sobre todo por partir de una premisa argumental interesante. Abundan los lugares comunes y un segmento musical innecesario. La participación del gran Tom Wilkinson está un poco desaprovechada.
La idea es clara: no importa lo que hagamos, ya tenemos un destino prefijado.
EPIC
No llega a ser tan épica como se anuncia en el título pero igual es una grata propuesta de animación, con ciertas reminiscencias con Avatar, la lucha entre el bien y el mal en defensa de la naturaleza y sus recursos y personas comunes convertidas en héroes.
Su director dijo: “Habíamos estado desarrollando nuestras capacidades artísticas y técnicas, y ahora teníamos la habilidad de crear mundo enteros basados en la naturaleza. Me pareció que podía sumergir a las audiencias —visual, intelectual y emocionalmente— dentro de un territorio que sólo podíamos experimentar a través de la animación”.
METEGOL
Según Lucas Bertelotti: "Hay mucho prejuicio sobre Campanella. Ni el Oscar por El secreto de sus ojos pudo borrar parte de la sentencia que la “crítica” le endilga: que sus películas tienen un sentimentalismo barato. Metegol quizás no es una película para salir campeón, pero sí para pelear el campeonato."
La asociación entre Campanella y el escritor Eduardo Sacheri sigue dando sus frutos: la nostalgia, la melancolía, el peligro de aquello que se suele llamar pogreso y que atenta contra los valores del barrio, la esperanza de los perdedores, la nobleza como algo incorporado y no como una elección premeditada, y un largo etcétera.
Metegol es un gran film que, inevitablemente, se compara una y otra vez con los films de animación de Hollywood. En todos los aspectos (técnicos, argumentales) queda bien parado en la comparación y abre un interesante camino para el cine de animación local y la confianza del espectador argentino en este formato.
Técnicamente es un film de Hollywood. Argumentalmente es un film local y localista, en el buen sentido, donde conviven la pasión del fútbol y el legado de Fontanarrosa.
Una grata sorpresa.
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