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Durante la Primera Guerra Mundial, el gobierno estadounidense estaba desesperado por conseguir un método para detectar los submarinos alemanes. Tesla propuso emplear la energía de ondas, lo que hoy se conoce como radar, pero Edison, encargado de la investigación, desechó la idea, considerándola ridícula. El mundo tuvo que esperar otros 25 años para que el radar fuera inventado, basado en los principios establecidos por el genial croata. Tesla recibió en 1917 la Medalla Edison, el más alto honor otorgado por el Instituto Estadounidense de Ingenieros Eléctricos. Era una cachetada para un hombre que había recibido todo tipo de insultos y ataques de este personaje.
Tesla era tan famoso por sus inventos como por sus extravagancias. Tenía una hermosa estampa, era alto y delgado, extremadamente elegante aunque pasado de moda y misógino recalcitrante. Se mantenía alejado de las mujeres, como si pertenecieran a una exótica especie transmisora de alguna misteriosa peste. Hoy en día se dice que en realidad era homosexual. Era un maniático de la higiene. En sus años dorados tenía mesa permanente en el lujoso restaurante Delmonico's, pero no era una mesa cualquiera. Sobre el mantel se veían alineadas una cantidad de servilletas de finísimo lino de Irlanda. Llegaba, se sentaba y comenzaba su ritual: limpiaba con prolijidad quirúrgica las cucharas, los tenedores, los cuchillos, las copas, usando una servilleta para cada tipo de cubierto y de copa.
Posteriormente, realizaba cálculos compulsivos sobre el volumen exacto de cada platillo que le servían. Gran gourmet, con los años fue perdiendo el placer de la mejor cocina y se alimentó exclusivamente con leche hervida y verduras, porque había proclamado la intención de celebrar su centésimo cumpleaños. Odiaba las corrientes de aire y en invierno vivía encerrado en sus habitaciones en un hotel, donde tapaba con cinta adhesiva todos los intersticios por donde pudiese filtrarse un chiflón. El ambiente era sofocante, pues sostenía que la temperatura ideal para el ser humano no debía bajar de los 32 grados Celsius. En primavera y verano, acudía al Central Park y a la Catedral de San Patricio para dar de comer a las palomas, y en otoño e invierno se hacía llevar al hotel a las aves heridas o enfermas para brindarles personalmente atención médica. Debido a su tozudez en finalizar todos los proyectos que había iniciado, su sistema nervioso decayó y sufrió un colapso físico total. Sus agotados nervios se estremecían a la vista de la luz solar o ante el ruido del tránsito; no soportaba el zumbido de las moscas o el tic-tac de un reloj en una habitación vecina, ya que esos pequeños ruidos, en su cerebro, retumbaban como una gran explosión.
En la noche del 7 de enero de 1943, falleció en su habitación del Hotel New Yorker de Manhattan, de una trombosis coronaria. Tenía 86 años y se encontraba completamente solo. Nikola Tesla murió en la extrema pobreza, pero interiormente satisfecho consigo mismo. Antes de que su cuerpo fuera transportado a una funeraria, agentes del FBI entraron en su habitación, violaron la pequeña caja de seguridad y se llevaron todos los papeles que contenía. También desaparecieron de un almacén seis cajas pertenecientes al inventor. Cientos de personas asistieron a los servicios funerarios de Nikola Tesla en la Catedral de San Juan el Divino. Sus restos fueron incinerados y sus cenizas enviadas a su país de origen, en ese tiempo Yugoslavia. Se recibieron mensajes de todo el mundo lamentando la pérdida de un gran genio. Tres ganadores del Nóbel asistieron al funeral y le rindieron tributo como uno de los mayores intelectos del mundo. Lord Kelvin, el científico británico, dijo acerca del olvidado pionero de la energía eléctrica; "Tesla ha aportado a la ciencia de la electricidad más de lo que cualquier otro había hecho hasta ahora". Prácticamente todo lo que hoy utiliza electromagnetismo está derivado de sus patentes originales y por eso la unidad internacional de medida de flujo magnético es llamada Tesla en su honor.
Sus principios de transmisión inalámbrica de energía son los que utilizamos cotidianamente en un control remoto normal o en un teléfono celular. Tesla murió con más de 800 patentes registradas y se dice que no registró más que Edison por sus problemas financieros. Aunque muchos de sus documentos fueron entregados al Museo Tesla de Belgrado en 1952, los que fueron incluidos en la Memoria del Mundo, hasta la fecha gran parte de sus notas y aparatos de sus laboratorios continúan siendo secreto de estado. Entre sus documentos se encontraba el principio del rayo láser, que fue conseguido hasta 1960, así como los planos de un avión de despegue vertical, que no pudo construir por falta de dinero. Tesla tenía completas sus teorías de transmisión de voz, imagen y datos por satélite cuando apenas existían los primeros aviones; imaginaba transmisiones radiales con estaciones que emitirían desde uno a otro confín del planeta; soñaba con cohetes espaciales, predijo que la energía del átomo podría ser utilizada con fines bélicos e imaginó un sistema para la transmisión de fotografías y documentos a gran distancia.
Nikola Tesla durante su vida fue tomado por loco, gracias a la afirmación que sostenía de que él no inventaba si no que veía sus inventos como en otro mundo y los copiaba. Fracasó en una sola de sus profecías: no llegó a los cien años de edad.
1 comentario:
Como todos o la mayorìa de las mentes mas privilegiadas del mundo, murìo en la pobreza(?) Yo dirìa que muriò como pocos podemos hacerlo, muriò por sus sueños y algunos hechos realidad. Hoy por suerte existe la internet para enseñarle al mundo y las nuevas generaciones que quizas tengamos en cada uno un genio dormido. Gracias por el artìculo
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