martes, 26 de octubre de 2010

YO CONMIGO - CAPÍTULOS 227 / 228 / 229 / 230

YO CONMIGO, comic de FABIAN ZALAZAR
Prólogo de LINIERS
Convengamos que alguien que habla consigo mismo no pareciera estar del todo bien de la cabeza. Sin embargo, alguien que analiza los detalles de su vida con curiosidad e ingenio da la sensación de sanidad mental.
¿Qué opinará el psicólogo de las páginas de este libro? Fabián pinta su propia aldea, como aconsejaba el bueno de Tolstoi. O por lo menos su aldea emocional. Es un Sherlock Holmes de sí mismo. Investiga lo que piensa, lo que siente, sus miedos, obsesines... su visión del mundo.
Dibuja y escribe con honestidad. Y muestra lo que hace con generosidad. Y si un artista no es generoso y honesto, no sirve. Y Fabián sirve.
Pero no sé si está bien de la cabeza.

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PRÓLOGO DE FEDERICO REGGIANI
Zalazar dibuja y discute con otro Zalazar sobre quién es Zalazar. Los riesgos de escribir sobre sí. Pero es mentira, porque Zalazar no escribe sobre sí: escribe sopbre lo que quiere ser, sobre lo que creen otros que él es, sobre lo que sería si no fuera el que es, sobre lo que es siendo el que es. Y tanto nos lo recuerda que uno no puede dejar de leer cada lunes para saber quién está con el que está. Juegos de palabras sobre juegos de dibujos en la primera lección de "Yo Conmigo", que nos recuerda que la identidad personal es casi nada.
Creo que Zalazar se mira mucho al espejo. No porque crea que es particularmente coqueto (aunque me han informado que usa unas camisas muy elegantes) sino porque es evidente que el espejo es una herramiento de trabajo fundamental. Se ve en la precisión extraordinaria de las expresiones en sus dibujos, en la exactitud de las posturas: esa precisión que obliga l lector a repetir en la propia cara la cara dibujada, como si no pudiera creer que esa expresión que ha sido propia tantas veces esté ahí, en las líneas de una cara ajena. Leer a Zalazar incluye hacer algunas muecas con Zalazar, y hay una generosidad en eso que, de nuevo, lo despega del "hablar de sí".
Segunda enseñanza: si ya nos recordó que somos mucha gente, ahora nos recuerda que, detalle más o menos, todos somos uno.

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