LIMELIGHT / CANDILEJAS

Dicen que una imagen vale por mil palabras. Bueno, esta es una imagen que vale la pena atesorar. Es una imagen emblemática de la historia del cine y, sin exagerar, podríamos decir que es un momento cumbre de la cultura del Siglo XX: Charles Chaplin y Buster Keaton juntos. Los dos grandes comediantes de los años ´20 y ´30, dos grandes creadores que elevaron el cine a la categoría de arte. Y aquí están: han envejecido pero no han perdido las mañas. Este maravilloso encuentro se produjo en la película "Limelight" (Candilejas), dirigida por Chaplin. Lamentablemente, la participación de Keaton en este film es mínima, apenas aparece unos minutos; las malas lenguas dicen que Chaplin sentía celos del talento de Keaton y cortó muchas escenas para quitarle protagonismo. Malas lenguas, obviamente.

"Candilejas" es una película clave en la obra de Chaplin. Tengamos en cuenta que fue rodada en 1952. Chaplin tenía más de sesenta años. Atrás, muy atrás en el tiempo, había quedado el Vagabundo, aquel emblemático personaje que lo hiciera famoso.
El mundo había cambiado, y Chaplin había envejecido. Ya no gozaba de los niveles de popularidad que había disfrutado en su juventud. Tenía detractores por doquier.
Y todo esto está registrado en "Candilejas"; esa sensación de que lo mejor ya pasó, esa irremediable nostalgia por un pasado lejano e irrepetible. Y esa certeza de que el oficio de hacer reír es uno de los oficios más tristes del mundo.

Sin dudas, "Candilejas" es una de las mejores películas de Chaplin. Tiene unos cuantos baches argumentales y las escenas musicales son demasiado largas, sí, pero es una película honesta y sincera. Es Chaplin hablando sobre Chaplin. Es Chaplin mostrándose tal cual es, con todos los miedos e inseguridades que empezaba a sentir en su vejez. Es un gran film y una imperdible oportunidad para descubrir el costado más profundo de uno de los artistas más significativos e influyentes de nuestra era.

Pasen y vean.