lunes, 15 de marzo de 2010

MONÓLOGO CINÉFILO, por Federico Sidañez


Desinflemos un poco el globo de “Avatar”. Sí, es una muy buena película y, principalmente, un gran espectáculo. El esfuerzo de James Cameron para lograr una evolución en la tecnología del 3D es admirable (la actitud “podemos hacerlo mejor” siempre lo es). Pero no nos precipitemos hacia el terreno de: “cambió al cine”, “hay un antes y un después” y exageraciones similares. Quizás la innovación mas importante de “Avatar” sea que es imposible de piratear. Solo se puede absorber y vivir la experiencia en forma completa dentro de una sala de cine en 3D.
Y finalmente fue “Vivir al limite” de la gran directora Kathryn Bigelow la que se llevó todos los premios Oscar. Tengo que confesar que esta película no me pareció tan extraordinaria como se la señala todo el tiempo. Pero remite al cine revisionista norteamericano de los ´70, con su tensión latente y una constante sensación de extrañamiento que nos incomoda con sus observaciones silenciosas y nos lleva lentamente hacia un estado de reflexión, gran virtud para estos tiempos de ritmos alocados. Y está filmada con la excelencia técnica y escénica que la directora ya había demostrado en sus film anteriores (ver el clásico de culto “Punto Limite” y “Días Extraños”).

Peter Jackson regresó con “Desde mi cielo”, una fabula dramática sobre una niña de doce años que es asesinada en 1973, pero su espíritu queda atrapado en una suerte de mundo intermedio, esperando justicia. La película tiene por lo menos tres grandes escenas y dos virtudes de peso: el rostro fascinante e increíblemente cinematográfico de su protagonista Saoirse Ronan y la interpretación contenida que Stanley Tucci hace del asesino, enviándonos escalofríos por la espalda. El problema reside en que la historia cambia permanentemente de estados de animo con, por ejemplo, las muy divertidas intervenciones de Susan Sarandon. Pero el conjunto no funciona del todo bien. Y la narración en off de la protagonista se torna excesivamente explicativa y hasta, me atrevo a decir, arruina algunos momentos de gran delicadeza poética.
“Amor Sin Escalas” es una de las películas mas redondas que he visto últimamente. En esta comedia melancólica sobre la soledad, todo está en su justa medida y funciona a la perfección. George Clooney, Vera Farmiga y Anna Kendrick brillan, especialmente cuando están los tres juntos. Pero Clooney merece nuestras palmas por los personajes que elige y por como elige interpretarlos. Brindamos por ti, George.
“Enseñanza de Vida” fue otra de las nominadas. Se trata de un guión de Nick Hornby (autor de las novelas en las que se basaron las maravillosas “Alta Fidelidad” y “Un Gran Chico”), este film sobre el crecimiento de una adolescente inglesa a principio de los ´60 es encantador. Gracias a su elenco, Peter Saarsgard y Carey Mulligan se destacan, la película se convierte en algo realmente especial (Alfred Molina es un actor que no ha recibido el crédito que se merece).
¡Que buena que es “Invictus” de Clint Eastwood!, nada mejor que la capacidad del viejo Clint para las sutilezas humanas al servicio de la filosofía de Nelson Mandela. Sin subrayados ni resaltados, el estilo discreto de Eastwood nos permite reparar en pequeños detalles para contarnos, y educarnos, sobre donde reside la grandeza de un líder. Freeman brilla, qué novedad, y Matt Damon hace un gran trabajo “desapareciendo” y convirtiéndose en un hombre, el capitán de los Springboks.
La Sueca “Los hombres que no amaban a las mujeres” tiene todos los elementos de un Best Seller: misterio, sexo, violencia y sordidez. Pero el guión funciona a la perfección y los escenarios gélidos son perfectos para este film. Lo mas atrayente es la protagonista principal, una chica dark bisexual con un pasado terrible y un presente no mucho mejor.
No se la pierdan. Zombieland es pura fantasía nerd: la epidemia zombie como medio para hacernos hombres y besar a la chica de nuestros sueños. Woody Harrelson esta justo para el personaje-parodia del cowboy rudo y solitario. Todo es diversión en esta película que, así y todo, logra enternecernos y divertirnos con la dosificación justa. ¡Y Uds. no me van a creer que estrella de Hollywood aparece convertida en zombie!. Para cerrar, llevé a mis sobrinas a ver una película que se reestrenó en 3D. Y debo decir lo mismo que dije hace casi 10 años cuando salí del cine, habiendo visto la misma película en 2D: ¡que grandiosa es Toy Story 2!.

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