viernes, 6 de agosto de 2010

DISCIPLINA MENTAL: PASO 1 / DIA 3


DISCIPLINA MENTAL: PASO 1 / DIA 3
6 de agosto de 2010

La Disciplina implica, precisamente, una disciplina (en este caso, diaria).
El miércoles llegué muy cansado, con pocas horas de sueño acumuladas y caí rendido sin hacer la práctica. Ayer volvi agotadísimo después de una jornada de filmación muy intensa y decidí postergar todo para hoy.
Procuraremos organizarnos bien para tener siempre el espacio diario (20 minutos, como mínimo) que necesitamos.
Hoy me siento frente a la mesa y frente al encendedor para ver, ver y ver.
El sentido auditivo me distrae. A la izquierda, los pájaros. A la derecha, los perros del vecino que ladran sin parar. En el centro, mi respiración. Durante unos cuantos minutos, estos sonidos se interponen en la atención pero después quedan en segundo plano.

Sigo mirando, mirando. Encuentro en el objeto toda una serie detalles que antes no notaba. Y estuvieron siempre ahí. Es una conclusión demasiado simple, pero la idea es que todos los objetos, personas y situaciones tienen detalles que se escapan de nuestra vista por no prestar atención o por prestar demasiada atención a otros detalles.
Por ejemplo, ayer a la noche hice una breve práctica cuando venía caminando a mi casa. Era de noche y caminé desde Larroque hasta Capello, como todas las noches, el recorrido habitual. La diferencia es que esta vez me propuse mirar las casas. Y me doy cuenta que la mayoría de estas casas me resultaban desconocidas. ¿Cómo puede ser, si paso siempre por acá? Hay puertas, rejas, ventanas que me resultan desconocidas. Tengo una visión global de estas calles porque camino siempre por acá pero si saco estas casas de contexto, no sabría ubicarme. Vemos el todo y no las partes. Pero me parece que el asunto no viene por este lado. Al menos, ahora.

Hay pensamientos e imágenes que interfieren a cada rato. De repente, me sorprendo pensando en un tema y me pregunto cómo hice para llegar a ese pensamiento. Descubro el pensamiento de origen (A) que me llevo hasta la imagen final (B), y alcanzo a descubrir todo el encadenamiento (larguísimo, interminable) que en pocos segundos me permitió ir de A hasta B. Una cosa que va llevando a la otra en una fracción de segundo, sin darme cuenta, y que me distrae cuando tendría que estar ocupado en algo tan simple como es el acto de ver.
Ese encadenamiento que fue desde la A hasta la B contiene recuerdos lejanos e irrelevantes, pero en todos está la constante del reconocimiento y la imagen de sí.

Me distraigo una vez más pensando cuánto falta para completar los 20 minutos de práctica. Saco este pensamiento pero vuelvo a distraerme pensando en qué voy a escribir, ¿acaso tengo grandes conclusiones, puedo notar grandes avances? No habrá grandes conclusiones ni avances si no presto atención y me dedico a ver en vez de estar pensando en el avance en sí.
Nunca estoy acá, siempre más adelante.
Es decir, tengo que aprender a ver este objeto. AHORA estoy mirando el objeto y aquello que voy a escribir al respecto no es AHORA.
Nunca estoy en el AHORA, siempre en el después. No puedo ver, no puedo prestar atención, no hay atención más percepción porque no hay AHORA.
Es AHORA y dentro de quince minutos, más octubre, más 2012.
Pero no, es AHORA.
Atención Ahora.

No hay comentarios: