lunes, 9 de agosto de 2010

UN PROFETA



Por Gustavo Di Virgilio
Si bien soy uno de esos enamorados de la gran película de Campanella, "El Secreto de sus Ojos" y hasta salté del sillón cuando la nombraron ganadora del Oscar, tengo que decir que ganamos el Oscar con mucha suerte (y no de culo, que no es lo mismo, ya que la peli de Juan José es genial y tiene muchísimos méritos por los que ganó el Oscar).
Pero si digo de suerte, es porque acabo de ver una de las obras maestras del cine francés de los últimos 20 años y que compitió con esta, se trata de "Un Profeta".
Si bien yo soy muy fanático de las películas de Jacques Audiard y me parece que maneja los términos narrativos del cine de maneras extraordinarias (la negación de la información al espectador de "Lee Mis Labios", los diferentes momentos sonoros de "El Latido de mi Corazón") con esta tercera película, el muchacho demuestra que está ocupando un lugar que, no sé si atreverme a decirlo, jamás fue ocupado en el cine mundial por ningún director francés (más allá de los increíbles cineastas que existen y existieron en esa gran cinematografía).


Pero Audiard es algo diferente, capaz de realizar un mega-thriller enorme, con todos los condimentos del cine de género, apropiándose de lo mejor del cine negro americano y dejando afuera lo peor, para, y más importante, poner en tela los temas que a los franceses les importan y que al resto del mundo les pueden importar.
Si una gran película de cárceles del 2009 fue "Celda 211", Audiard demuestra desde un manejo del género negro una mano exquisita como realizador, que esta "ES" la película de cárceles del nuevo siglo en el mundo (hasta ahora).
Tiene todo lo que interesa del género carcelario: peleas sangrientas, arreglos mafiosos, negocios ilegales, demostraciones de poder, abusos, sexo, etc. Pero Audiard pone en un primerísimo plano algo que ocurre no solo en Francia y sus cárceles, sino aquí mismo en Argentina: las salidas transitorias. Y demuestra cómo las mafias las utilizan para seguir con sus negocios y luego volver a la cárcel como si hubieran salido a pasear al perrito.


Pero este es solo uno de los 1000 temas de "Un Profeta", que toca todo y de una manera increíble, sin golpes bajos, siempre de frente, sin recurrir a lugares comunes y con el aditamento de un director que sabe cómo montar y generar en el espectador los sentimientos adecuados (montajes, sonidos, oscuridades, voces en off, montaje musical, todo está perfecto).
Y, lo que es más importante, es una película de género pura, nunca aburre, va al frente (me hizo acordar mucho en cómo "Leonera" de Trapero va siempre al frente, pero, a diferencia de esta, en "Un Profeta" siempre sabemos qué es lo que origina este avasallamiento de secuencias). una película como tiene que ser y que se merecía más suerte que muchas otras (sin duda le faltaron nominaciones al Oscar, y es inentendible que a una película como "Un Hombre Serio" la nominen a mejor director y Audiard quede afuera).
Quizás le haya jugado en contra (y a favor nuestro) que es, justamente, una película de cárceles, de las que EEUU ha hecho decenas. Pero hay que decir que esta le pasa el trapo a la mayoría (solo la conversión del personajes en el metraje, la excelente demostración del cambio de poder, la escena del final de la caja vacía, todo es una demostración de entender para qué sirve el cine y cómo usar la imagen) y quizás Hollywood no esté suficientemente maduro como para aceptar que en otro país se filma mejor que en el suyo ciertos géneros (y la viva demostración es que se viene la remake americana de una de las mejores películas suecas que se hicieron: "Criatura de la Noche", llamada como la novela "Let Me In", ¿hace falta hacer una película mejor que esa en reversión? ¿Se puede?).



Creo, en mi humilde opinión, que si Campanella dijo en los Oscars, al recibir su estatuilla, que Hollywood votó con el corazón y todos supimos que votó por un cine de género, entretenido, hecho para el público, sobre un tema difícil (y no por un engaño como "La Cinta Blanca", que si bien no es mala, nos hace preguntar qué es lo que intenta Haneke a veces), tuvimos suerte de que no se haya votado a una película muy superior en género y narrativa (ya que, hay que decirlo y saberlo, no hay que ser orgullosos, Audiard entiende mucho más del género que Juan José).
Pero sí, la Academia votó una película hecha para el público. Y Audiard hizo lo mismo, un peliculón para el público.
Me encantan las dos películas, son de dos directores sensacionales. Pero si yo tuviera que votar la mejor, tengo que decir que, dejando mi corazón de lado, votaría por Audiard.
Oajalá que siga sin ganar premios pero haciendo estas películas.


No hay comentarios: