Tuve la oportunidad de ver "Kick-Ass" este fin de semana.
La verdad es que quedé gratamente sorprendido. Más allá de si es una buena película o no (quedará a criterio de cada uno), lo importante de esta película es cómo se usa el tema de los súper héroes.
Digámoslo así: es la película en la que un adolescente decide calzarse un traje y defender a aquellos que necesitan ser defendidos, no por su origen o lo que hacen, sino para no seguir siendo parte de la masa que mira sin hacer nada (de hecho, la primer persona que defiende es a un pandillero atacado por otros tres!)
Pero la reflexión de la película no es sobre los súperhéroes en sí, sino en los vigilantes. Kic-Ass se cruza con Hit-Girl y Big-Daddy (un excelente Nicolas Cage) que le demuestran lo que es ser un verdadero vigilante. Pero, a diferencia de Batman (de hecho, un personaje al principio de la película se encarga de repetirnos varias veces "Jamás dije que se parece a Batman", preparándonos para lo que se viene después), estos vigilante no se preocupan por las vidas de los malos, sino que las quitan sin problemas y transforman toda la película en un espectáculo gore con mucha sangre y escenas terribles.
Esta no es una película para chicos (aquellos que la vieron, solo tienen que recordar la primera secuencia de la película, la terrible advertencia en esa imagen).
Es una película sobre la venganza y sobre la moral, sobre las fantasías de los chicos y el peligro de hacerlas realidad cuando estas fantasías están mal ejemplificadas.
La moral de la película es muy extraña (¿estamos de acuerdo con lo que hacen los vigilantes? ¿Haríamos lo mismo si quisiéramos una venganza como ellos?).
Lo extraño es que la película no los juzga (si nombra las cosas que están mal, pero pareciera más suelta a la hora de hablar de los límites que se deben romper en pos de un bien mayor).
Claramente uno de los mensajes de la película es que "el mal engendra más mal", pero no se queda en solo un mensaje, y todo lo que vemos, correspondido con muchísima violencia muy dura, es una lección de cine y de cómo usar un género cada vez más gastado.
Es una gran pequeña película "Kick-Ass", pero no debemos confundirla con una película de súper-héroes. Es una peli de vigilantes que se hacen cargo de lo que hacen.
Con escenas terribles (tomadas para la chacota, pero que no ocultan lo que son), es una peli que se merece una visión más profunda.
Obviamente, el mundo de fantasía en que se mueve la película, permite amortiguar el impacto de lo que vemos, ya que la violencia gráfica es tal cual se muestra en la película.
No es "Watchmen" ni "El Caballero de la Noche", pero es la tercera película en muy pocos años que nos da otro ángulo de las películas de vigilantes. Y tener varios ángulos es un lujo que, hoy en día, el cine nos está regalando.
Una verdadera sorpresa.
Digámoslo así: es la película en la que un adolescente decide calzarse un traje y defender a aquellos que necesitan ser defendidos, no por su origen o lo que hacen, sino para no seguir siendo parte de la masa que mira sin hacer nada (de hecho, la primer persona que defiende es a un pandillero atacado por otros tres!)
Pero la reflexión de la película no es sobre los súperhéroes en sí, sino en los vigilantes. Kic-Ass se cruza con Hit-Girl y Big-Daddy (un excelente Nicolas Cage) que le demuestran lo que es ser un verdadero vigilante. Pero, a diferencia de Batman (de hecho, un personaje al principio de la película se encarga de repetirnos varias veces "Jamás dije que se parece a Batman", preparándonos para lo que se viene después), estos vigilante no se preocupan por las vidas de los malos, sino que las quitan sin problemas y transforman toda la película en un espectáculo gore con mucha sangre y escenas terribles.
Esta no es una película para chicos (aquellos que la vieron, solo tienen que recordar la primera secuencia de la película, la terrible advertencia en esa imagen).
Es una película sobre la venganza y sobre la moral, sobre las fantasías de los chicos y el peligro de hacerlas realidad cuando estas fantasías están mal ejemplificadas.
La moral de la película es muy extraña (¿estamos de acuerdo con lo que hacen los vigilantes? ¿Haríamos lo mismo si quisiéramos una venganza como ellos?).
Lo extraño es que la película no los juzga (si nombra las cosas que están mal, pero pareciera más suelta a la hora de hablar de los límites que se deben romper en pos de un bien mayor).
Claramente uno de los mensajes de la película es que "el mal engendra más mal", pero no se queda en solo un mensaje, y todo lo que vemos, correspondido con muchísima violencia muy dura, es una lección de cine y de cómo usar un género cada vez más gastado.
Es una gran pequeña película "Kick-Ass", pero no debemos confundirla con una película de súper-héroes. Es una peli de vigilantes que se hacen cargo de lo que hacen.
Con escenas terribles (tomadas para la chacota, pero que no ocultan lo que son), es una peli que se merece una visión más profunda.
Obviamente, el mundo de fantasía en que se mueve la película, permite amortiguar el impacto de lo que vemos, ya que la violencia gráfica es tal cual se muestra en la película.
No es "Watchmen" ni "El Caballero de la Noche", pero es la tercera película en muy pocos años que nos da otro ángulo de las películas de vigilantes. Y tener varios ángulos es un lujo que, hoy en día, el cine nos está regalando.
Una verdadera sorpresa.
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