martes, 10 de mayo de 2011

ANTARTIDA NAZI 02: La toma alemana de la Antártida.


http://www.bolinfodecarlos.com.ar/esoterico.htm

La historia de la exploración antártica alemana se remonta al año 1873, cuando Eduard Dallmann (FOTO), por encargo de la Sociedad Alemana de Viajes Navales Polares, con su barco "Grönland" (Groenlandia en español) descubrió nuevas regiones y pasos en las aguas antárticas. Entre otras, descubrió la isla llamada Kaiser-Wilhelm en la salida oeste de la Bismarkstrasse a lo largo de las islas Biscoue. Los alemanes ya entonces se mostraron innovadores en la exploración de las regiones polares, pues el "Grönland" era el primer barco de vapor que exploraba las aguas antárticas

En los siguientes 60 años tuvieron lugar otras ocho expediciones así como dos expediciones fundamentales, para ser exactos en 1910 bajo el comando de Wilhem Filchner (FOTO) con el barco "Deutschland", así como en 1925 con el barco polar "Meteor" bajo la dirección del Dr. Albert Merz.


En los años previos a la guerra, los deseos hegemónicos de los jefes militares alemanes se hicieron cada vez más fuertes, teniendo la firme intención de construir una base militar en el hielo antártico. En ese tiempo no existía sobre el Polo Sur tratado internacional alguno y una toma de posición respecto a tales deseos territoriales poco antes del estallido de la inminente guerra mundial pareció, estratégicamente, tener mucho sentido, y podía ser empleado como una demostración de fuerza.

En colaboración con la Lufthansa alemana, se desarrolló y llevó a cabo la idea de una operación político-militar, no obstante bajo la apariencia de 'operación civil'. El mando de esta empresa la recibiría el experimentado capitán polar Alfred Ritscher.


Como barco se eligió el "Schwabenland" (Suabia en español, nombre de una región alemana), un barco portador de hidroaviones de la Lufthansa desde el que, con ayuda de catapultas de vapor, podían despegar hidroaviones Dornier Wale de 10 toneladas. Esta revolucionaria técnica la empleaba la Lufthansa ya desde 1934 para el tráfico postal con Suramérica. El "Schwabenland" fue adaptado para la expedición antártica en Otoño de 1938 en los astilleros de Hamburgo, lo que costó la enorme suma de un millón de marcos alemanes de la época, un tercio del presupuesto de la expedición...

A mediados de Noviembre de 1938, mientras se preparaba el barco "Schwabenland", invitó la Sociedad Alemana de Viajes Navales Polares a Hamburgo al por entonces ya legendario explorador antártico norteamericano Rychard E. Byrd, con motivo del visionado especial de su nueva película antártica.


Esta película fue proyectada en Hamburgo ante 82 asistentes, de los cuales 54 eran miembros de la tripulación del "Schwabenland", como forma de adiestramiento y preparación. Byrd, quien ya en 1929 casi había sobrevolado el Polo Sur, era en aquel tiempo aún un civil, si bien era un héroe nacional para los americanos.

Ironía de la historia que exactamente este Byrd en el año 1947 con el rango de almirante de los EE.UU. dirigiera la mayor operación militar en la Antártida, la Operación Highjump. Todo indica que aquella hasta hoy secreta operación, que muy probablemente tenía como objetivo la destrucción de la base alemana conocida como 'base 211', fracasó completamente.

En el año 1938 se produjo la famosa Expedición Antártica Alemana, que culminó en la toma de un extraordinario territorio, que recibió el nombre de "Neuschwabenland" (Nueva Suabia), inspirado en el nombre del barco nodriza "Schwabenland". El iniciador del proyecto fue Hermann Göring (FOTO), y por tanto la Luftwaffe alemana.


Sobre este capítulo de la historia de la Antártida se ha escrito mucho, así como de la construcción de enormes bases secretas alemanas en su territorio antártico, en la cual ayudaron de manera fundamental flotas enteras de submarinos cargados hasta los topes.

Varios autores, basándose en testimonios, han observado que se llevó la maquinaria de construcción y tunelación más moderna de la época, así como científicos, a Neuschwabenland. Los técnicos habrían vaciado montes enteros para convertirlos en refugios camuflados.

Debieron de ser colosales obras de ingeniería. Al Reich Alemán le era Neuschwabenland, por algún motivo, de suma importancia, tanto como para destinarle recursos que necesitaba en la guerra que libraba.


Julius Evola, que conoció la esencia esotérica del Nacionalsocialismo, escribe: "La primera expedición que realizaron las SS habría buscado una relación con un centro secreto de la tradición, la otra habría tendido a un contacto con la Thule hiperbórea oculta". Evola se refiere a la doctrina esotérica nacionalsocialista según la cual la Tierra sería un planeta hueco habitable en el interior.

En 1945, varios meses después de terminada la guerra, llegaron hasta las costas argentinas de Mar del Plata un par de submarinos alemanes de última generación, capaces de permanecer hasta seis meses sumergidos, y cargados de más hombres de los que necesitaría cualquier misión usual.

Transportaban una curiosa carga de cigarrillos, a pesar de que ninguno de ellos fumaba (como es tradicional entre los austeros oficiales de este tipo de naves). Los submarinos llevaban mucho tiempo en el mar, lo que es más extraño aún. La tripulación no pudo explicar satisfactoriamente su presencia en estas aguas australes ni por qué las naves estaban falsamente clasificadas con las series U-530 y U-977, correspondientes a dos viejos submarinos que en los archivos navales de la Marina Alemana aparecían en reparaciones, de modo que la adulteración era una clara muestra de que se trató de ocultar la desaparición de estas naves.

Los norteamericanos enviaron en tiempo récord una enorme dotación de oficiales que apresaron a los alemanes y se los llevaron a Estados Unidos, haciéndolos desaparecer. Fueron sometidos a durísimos interrogatorios. Actuaron con tal intriga y rapidez que nadie supo lo que sucedió.


Sin embargo, inmediatamente después comenzaron los aliados sus "expediciones" a la Antártida, siendo la mayor de ellas la del almirante Byrd, quien volvió convencido de que los jerarcas alemanes que no estaban en Nuremberg, yacían en un secreto refugio antártico. Sus expediciones principales tuvieron lugar entre 1946 y 1947, y en ellas los americanos utilizaron sus más modernos aparatos de sondeo y rastreo, aviones y buques. Tal despliegue jamás habría tenido lugar en base a un mero rumor fantasioso.


La noticia que circuló entonces, incluso entre algunos medios de prensa de la época, era que los dos submarinos habrían sido parte de un enorme convoy que salió de Alemania con Hitler y sus principales asesores hasta algún lugar secreto de las tierras australes, el "paraíso inexpugnable" del almirante Doenitz. Las naves, producto de las tormentas en altamar de ese año, se habrían extraviado y, como es común en las misiones ultrasecretas, por ser parte de la comitiva de compañía, desconocían el lugar al que se dirigían, limitándose a seguir a los guías. Fue así como, extraviados y rendidos a su mala fortuna, llegaron perdidos hasta Mar del Plata.

Pese a los intentos aliados de destruir las bases antárticas, Neuschwabenland nunca fue conquistada. Por ello toda la Antártida fue declarada "territorio hermético". Debía olvidarse el nombre de la Antártida. Hasta se firmó un tratado internacional que prohibía las pruebas nucleares en la Antártida hasta el año 2000.

¿Alguien se ha fijado en que en la bandera de las Naciones Unidas (ONU), que muestra un mapa del mundo, falta la Antártida, como si no existiera? ¿Por qué aparece el Polo Norte y no el Polo Sur? ¿Por qué se ha censurado precisamente la Antártida? ¿Acaso no es también parte del mundo?


1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante relato...gracias.