miércoles, 4 de mayo de 2011

HISTORIETAS EN CRISIS



Si hubiera que elegir los stands más coloridos de la Feria del Libro, sin duda serían los de historietas y comics. Apiñadas unas sobre otras, sin importar si son japonesas, argentinas o norteamericanas, nuevas o ya consagradas, estos objetos de culto brotan como agua de los estantes.
Batman, Spiderman, El Eternauta, Popeye, Corto Maltés, Isidoro. La lista de personajes es interminable, y no faltan las miniaturas, posters y remeras de superhéroes y villanos que invitan tanto a iniciados como a entendidos al universo del comic.

Es por eso que el pabellón azul es el favorito de los amantes de las historietas, público que según los organizadores, crece año tras año. Allí pueden perderse en la variada oferta de cinco stands que nunca descansan, y encontrar a los personajes que más los cautivan, como así también, a sus dibujantes. Las historietas más vendidas son El Eternauta, Batman, y los comics japoneses o Manga.


“Busco algo de calidad artística, algo original, comic, manga. Lo que más he leído es ‘Cazador’, que es argentina; Wolverine, americana, y de manga, a Mazakazu Katsuka. El arte no tiene nacionalidad, si la historieta es japonesa o argentina me da igual. Las historietas que busco no son muy accesibles, pero Internet es casi un Edén para encontrarlas”, contó a Julián Alfaro, un lector asiduo de historietas.

Mientras que algunos buscan dibujantes específicos, otros apuestan por los géneros. Como Samantha Cavalcanti, que sigue el llamado “Shojo”, destinado a un público más bien femenino y adolescente, o las series “Shonen” con el condimento de peleas y aventuras. “Me gusta el Manga, no hay uno en particular, me gustan todos. Tienen tanto arte. Yo las sigo porque quiero ser dibujante de comics, así, de estilo japonés”, confiesa.


Y es que el Manga causa sensación entre los más jóvenes, al igual que los comics norteamericanos. Para algunos, esto tiene que ver con que hay una mayor oferta de comics extranjeros que nacionales.

“Noto que hay más interés que otros años. Además, el hecho de que muchas de las producciones del comic se hayan llevado al cine o a la televisión, influye mucho en que la gente venga pidiendo los comics con más insistencia que en otras oportunidades. Pero como hay más oferta de comics de afuera, entonces la gente no tiene mucha opción”, explica Martín Timarchi, de OVNI press.
Para otros, esta preferencia por los comics “de afuera” tiene que ver con la falta de personajes nacionales. “Creo que estamos pasando una crisis tremenda de personajes argentinos. En un tiempo teníamos Anteojito, la Revista Humor, la Revista Fierro. Pero ahora los dibujantes tenemos que trabajar afuera, lo que me pasó a mí cuando cerró Anteojito. Si das una vuelta por la Feria del Libro, hay muchísimo material extranjero, tanto americano como japonés y material nuestro hay poco”, advierte el dibujante que le dio vida –desde los 13 años- a Patoruzú, Isidoro y a muchos otros personajes de Anteojito, Clemente Montag.

Sin embargo, las historietas argentinas saben cómo colarse entre la multitud y elegir a sus lectores. “Los más chicos compran revistas de Los Simpson, los adolescentes compran Manga o superhéroes. Pero después, hay muchos que compran historieta argentina. Acá, la que más se vende es El Eternauta. La venta es muy pareja, la historieta argentina siempre se vende”, asegura Javier Doeyo, mientras que un chico de 15 años, acompañado por su madre, se lleva un ejemplar de esa aventura que empieza con una nevada en Buenos Aires.


No hay comentarios: