martes, 10 de mayo de 2011

ANTARTIDA NAZI 07: Neuschwabenland y los Estados Unidos.


http://www.bolinfodecarlos.com.ar/esoterico.htm

Para descubrir el interés que Reich actual tiene en los Estados Unidos, basta fijarse en dos de los más famosos casos de contactados: George Adamski (FOTO) y Reinhold Schmidt, ambos ciudadanos norteamericanos. Estados Unidos es uno de los países del mundo con más avistamientos OVNI, con la única excepción, por motivos obvios, de la Antártida.

Para entender la postura de los alemanes del Reich respecto a los Estados Unidos, debemos advertir que es muy importante distinguir entre "gobernantes americanos" y "pueblo norteamericano". Mucha gente, en su odio ciego contra Estados Unidos, suele confundir al pueblo con sus gobernantes, que en la mayoría de los casos nada tienen que ver.

Hitler hubiera deseado llevarse bien con los Estados Unidos, es más, hubiera deseado que USA fuera su principal aliado (no está de más recordar que el 30% de la población blanca de Estados Unidos tiene sangre alemana). El propio Hitler en sus discursos habló favorablemente del pueblo norteamericano, elogiando sus valores y denunciando su manipulación por parte de los judíos (como en la Iª Guerra Mundial).


La culpa de la guerra entre el Reich y USA no la tuvo ni Hitler ni el pueblo norteamericano, sino los dirigentes masones de USA. El presidente Rooselvelt (FOTO) es sabido que era judío y masón. Su sucesor Truman, quien ordenó lanzar las genocidas bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, también era masón. La política de Rooselvelt respecto a Alemania tenía que ser, necesariamente, hostil.

Y la masonería, igual que hoy ha empujado a la nación americana a una guerra en Afganistán y a otra mayor en Irak, en 1941 empujó a Estados Unidos a la guerra contra las potencias del Eje, con la excusa de responder a la agresión de Pearl Harbor (igual que hoy la excusa de la invasión de Irak es responder a "la agresión terrorista").

Pero la actitud del pueblo norteamericano, a pesar de la propaganda judeomasónica anti-Reich, era bien distinta. Por ejemplo, durante la guerra mundial el Ku Klux Klan defendió la postura de que Estados Unidos se aliase con el Tercer Reich y juntos combatieran a la Unión Soviética. La respuesta de la masonería americana fue perseguir y encarcelar a los klansmen. Pero no sólo grupos como el KKK, sino también altas personalidades de la industria americana fueron admiradoras y entusiastas del Tercer Reich.


Así no es de extrañar que el Reich alemán concediera la Gran Cruz del Águila Alemana, la distinción del Tercer Reich más importante concedida a extranjeros, por ejemplo, a: Henry Ford, legendario fabricante de automóviles; James D. Mooney, encargado de General Motors; y Tom Watson, director de IBM. También el aclamado aviador norteamericano y pro-nazi Charles Lindbergh, en una visita oficial a la Alemania de Hitler, fue recibido con todos los honores por el jefe de la Luftwaffe y mariscal del Reich, Hermann Goering, y condecorado. Lindbergh siempre admiró los grandes avances que el Tercer Reich aportó al mundo de la aviación civil y militar, y formó parte del comité "America First", que se opuso a la agresión americana contra Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Como era de esperar, el idealista Lindbergh y el masón Rooselvelt tuvieron un enconado enfrentamiento.


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