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El 2010 sorprendió gratamente con la aparición de las llamadas figuritas de Fierro. Un grupo de talentosos dibujantes con Diego Parés al frente, diseñó la colección que fue bautizada como las "Chapitas" de Fierro, en honor a las figuritas que solíamos disfrutar, impresas en metal. Estas fueron impresas en papel ilustración e insertadas en el suplemento central de la revista pero toda la estética remite a aquellas chapitas, con tipografías, estrellas y otros recursos gráficos resaltados para la ocasión con total acierto. Cada una de las Chapitas de Fierro muestra el rostro de un autor de historietas y abundaron en información sobre las principales obras del artista, editor o guionista dibujado, revistas donde se lo publicara, editoriales, etc.
Pero no me referiré hoy a ellas sino a otras, también ligadas a Fierro pero allá por los 80. Me refiero a las hoy famosas "Platos Voladores al Ataque!!", creadas por Héctor Germán Oesterheld y dibujadas en un fin de semana por Alberto Breccia, en colaboración de sus ayudantes e hijos Enrique y Cristina. Hoy se pueden conseguir en un libro editado por Ancares, de Javier Doeyo. ¿Pero qué se sabía de esta colección antes de que Fierro las diera a conocer en su número 33 de mayo de 1987?
Por fin me decidí y fui hasta Ediciones de la Urraca. Llegué, pregunté, subí la escalera y estuve al fin en la redacción de la Fierro. Apenas abrí la puerta me encontré a tres personas que me miraron. A la derecha de mi visión, ubicado frente a una mesa de dibujo tradicional, estaba Juan Manuel Lima, tratando de pegar una columna de texto dentro de los carriles delimitados por la tinta celeste que le marcaba los márgenes, cotas, interlineados y columnas para diagramación. Antes de usar computadoras, así se las arreglaban los diseñadores para diagramar y armar una página: cortando texto y pegando. Frente a mi mirada, un joven (luego supe que era el dibujante Flores) cebaba mate para los dos Juanes. Porque la persona que estaba a mi izquierda y me faltaba mencionar era Juan Sasturain, entonces jefe de redacción. Los tres, en plena tarea de armado, insertos en esa miniredacción (mini por lo pequeña) de la original Fierro. Fue un solo movimiento el abrir la puerta y ver sus ojos sobre mí, lo que tal vez me llevó a balbucear algo así como: "Hola, creo que tengo unas figuritas escritas por Oesterheld".
Enseguida Sasturain estaba abalanzándose y mirando una por una las figuritas, como se hacía antes, cuando uno quería ver si esta la tenía o si esta otra estaba repetida. "Este es el trazo del viejo (Breccia)" acertó Sasturain. Flores y Lima ya intercambiaban figuritas. La redacción se había transformado en el patio de un colegio de barrio.
Pronto le comento a Juan sobre el texto, lo que creo que nos da que es de Oesterheld, el tono, varias interjecciones propias de HGO, la falta de verbos para acelerar la acción, etc. Cosas que a uno le suenan tan "oesterhelianas"... Después, al rato, vino la corroboración, por los recursos usados como las nubes de terror para asustar a los defensores argentinos creadas desde los platos voladores, y un par más de efectos usados anteriormente por el propio autor en su recordado Eternauta. De pronto habíamos descubierto una obra no datada de Oesterheld, una obra de la cual deberíamos hacer algo para completarla ya que yo conservaba sólo 45 de las 100 figuritas. A Juan S. se le ocurrieron varias cosas: preguntarle a Breccia, hacer un concurso con los lectores a ver si saltaba alguno más que supiera algo y una nota. Ahí, me dijo:"Decime...¿te animás a escribir una notita, algo sobre esto?
"Sí,claro", le dije, sin pensar siquiera un segundo en el desafío lanzado.
Felipe R. Ávila
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