miércoles, 11 de mayo de 2011

EL PODER EN EL CFR


Por Walter Graziano - Parte 31

dijimos que el CFR posee cerca de 3 mil miembros, un 80% de los cuales es estadounidense. Pensar en un gobierno en el que se expresan simultáneamente 3 mil voces, 3 mil opiniones, 3 mil ideas, es claramente una utopía. Están dentro del CFR los que van a hablar, y están los que van a escuchar. En otras palabras, hemos mencionado que en el CFR hay una gran cantidad de educadores, periodistas, abogados, economistas, políticos, empresarios, etc. Dentro de esa variada gama están aquellos para los cuales tan sólo figurar en el CFR es un gran honor y son convocados para infiltrar en sus organizaciones el ideario del CFR, y están aquellos para los cuales figurar dentro es una tarea imprescindible a fin de "bajar linea" a una gran cantidad de miembros del CFR que no son más que ejecutores, dentro de sus respectivos ámbitos de acción, de las políticas que piensa y decide la élite. La élite es un número de gente mucho más reducido. Hay en el CFR miembros de la élite, pero... ¿cómo se organiza la élite?, ¿cómo decide qué líneas de acción seguir a fin de que los miembros del CFR puedan cumplimentarlas en sus respectivos ámbitos?

Ya hemos dicho que muchas veces una idea que resulta apetecible a la élite es divulgada por sus miembros dentro de los ámbitos del CFR con el fin de que aparezcan por anticipado críticas y señalamientos contra ella. De esta manera, los integrantes de la élite, por anticipado, pueden tener una acabada idea del grado y tipo de oposición que sus deseos de dominio global pueden generar dentro de las sociedades cuando esas ideas sean anunciadas. Ello les permite muchas veces lanzar políticas de dominio con cierto "marketing" previo que las hace aparecer como democráticas y como conducentes para alcanzar fines supuestamente altruistas. El grado de resistencia popular a esas ideas es, entonces, mucho menor.


Cuando nos hemos referido a la élite, generalmente lo hemos hecho en términos de la élite anglonorteamericana. Es hora de explicar mejor qué significa esto. En realidad el Reino Unido y Estados Unidos son dos países diferentes, pero sus clases dominantes guardan muchas similitudes. Ambas son WASP (White AngloSaxon Protestant). La alta aristocracia norteamericana, en la que suelen abundar algunos apellidos totalmente desconocidos para el gran público, está compuesta casi íntegramente por descendientes de colonos ingleses del siglo XVII que se establecieron generalmente en Massachusetts y zonas cercanas. Por generaciones y generaciones, los descendientes de esas familias de colonos se fueron casando entre sí. Los llamados "padres de la república" descienden directamente de esos colonos. Esta idea elitista —casi racista— de no juntarse ni aparearse con personas ajenas a lo considerado racialmente óptimo ha mantenido a la élite en su pretensión de ser casi racialmente pura. Cuando mencionamos que algunos árboles genealógicos de la familia Bush llevan su ascendencia hasta los lejanos reyes ingleses del siglo XIII, estamos diciendo algo que puede resultar un detalle, casi una curiosidad, para el gran público. Pero no resulta ningún detalle ni ninguna curiosidad, ni para la alta aristocracia norteamericana e inglesa, ni para los llamados "nuevos ricos". O sea, los clanes burgueses, billonarios, que obtuvieron sus fortunas generalmente financiados por banqueros ingleses durante el siglo XIX, y desarrollaron así en Estados Unidos el petróleo, los ferrocarriles, la banca, etc. En otras palabras, los denominados robber baron».


Hemos señalado también cómo incluso la religión de la élite (la religión nominal, se entiende) coincide con la religión existente en el Reino Unido. El episcopalianismo de la aristocracia norteamericana es sólo una "sucursal" de la iglesia anglicana, que nació como un desprendimiento de Roma. Recordemos que, para los anglicanos, el Papa no es otro que el rey de Inglaterra, representado por el obispo de Canterbury. Las élites inglesa y norteamericana ingresaron en conflicto entre sí muchas veces, y en varias otras se disputaron vastas zonas del mundo. Sin embargo, estas peleas que muchas veces solían traducirse en guerras deberían ser vistas más como riñas internas dentro de un mismo grupo dominante, que como enfrentamientos entre dos enemigos. Suele ocurrir en muchísimos grupos humanos que, aun dentro de un mismo y homogéneo núcleo de gente, con intereses y filosofías afines, existan peleas para ver en ultimo término quién ejerce el liderazgo

Pues bien, hasta la Primera Guerra Mundial, el liderazgo dentro de este grupo lo tenía indudablemente la élite inglesa. Londres era la metrópoli mundial, la moneda de reserva era la libra y Estados Unidos era sólo una ex colonia muy importante, en desarrollo y rápido ascenso. Pero el liderazgo de Londres era indiscutido. Las cosas empezaron a cambiar después de la Primera Guerra Mundial, y durante el desarrollo de la Segunda ya resultaba claro que el liderazgo había virado hacia Washington DC y Nueva York.

Mientras el liderazgo del poder estuvo en Londres, la élite inglesa ejercía su influencia a través de una sociedad secreta denominada "The Group". Esta sociedad secreta se situaba —y se sitúa aún hoy— en la Universidad de Oxford. A medida que el liderazgo iba pasando cada vez más a Estados Unidos, la élite norteamericana —y la inglesa que la seguía y la sigue— ejercía y ejerce su dominio a través de una sociedad secreta cuyo nombre es Skull & Bones (Calavera y Huesos), afincada en la super elitista Universidad de Yale en Connecticut.


No hay comentarios: