martes, 14 de junio de 2011

ANONYMOUS: OVNIS Y HERMETISMO - PARTE 2


https://sleepwalkings.wordpress.com/2011/06/12/ovnis-y-hermetismo-el-silencio-del-poder/


LA ENIGMÁTICA SERPIENTE

En su libro Los platillos volantes y los dioses, John Michell estudia transfiguraciónes de serpientes entre los pueblos antiguos, figuraciones que se revelan como interpretaciones veladas de naves extraterrestres, lo que nos remite a Quetzalcoatl, que quedaba simbolizado por una serpiente con plumas.

En Tula, la ciudad consagrada a Qetzalcoatl, se levanta una pirámide consagrada a Venus, ya que ambos eran una sola deidad.

Quetzalcoatl, finalizada su labor civilizadora, huyó por los aires, fue por el espacio de un lado a otro, y se convirtió en el planeta Venus, con el nombre náhuatl de la «estrella que echa humo». Una serpiente voladora que es una estrella. Un cohete que se aleja hasta convertirse en sólo un punto luminoso en el cielo… y echa humo.


Quetzalcoatl era en América un agente unificador del Cosmos cuyo signo era la cruz, que trajo riquezas y cultura desde Oriente…, circunstancias que nos hacen recordar que existe también una hermandad de filósofos herméticos que se autodenominan inmortales, iluminados e invisibles, y afirman ser los agentes predestinados para la futura reforma general del Universo y para el establecimiento de la paz universal —obsérvese los paralelismos con Quetzalcoatl—, cuyo signo es la rosa y la Cruz, y de la que un libro de Valentín Andreae cuenta que fue fundada —la leyenda no debe ser histórica, pero obedece sin duda a una intención concreta— por un tal Christian Rosencreutz, que aportó sus conocimientos del Oriente…

Es la misma sociedad de la que nos hablaba el editorial citado del boletín «Informationen», afirmando de ella que sus miembros eran convocados en una fortaleza suspendida en el aire.

El historiador Serge Hutin escribe de esta sociedad que constituye la colectividad de los seres llegados a un estado superior a la humanidad corriente, «poseedores por ello de los mismos caracteres interiores que les permiten reconocerse entre ellos».

¿Son determinadas hermandades secretas, herméticas, las encargadas de mantener el contacto —siempre— entre la humanidad y «ellos»? ¿Son sus miembros —consciente o inconscientemente— los auténticos «hombres contacto»?


LOS TEMPLOS, ¿MÁQUINAS DE LOS DIOSES?

Existen numerosas razones que hacen sospechar el origen de la construcción de los templos a partir de la visión real de máquinas volantes descendidas a la tierra en la antigüedad. El templo quiere ser imitación forzosamente inmóvil de la morada real móvil —volante— de la «divinidad». De ahí la gran importancia que presumimos tiene para el ufólogo la existencia de comunidades que transmiten en secreto, durante siglos, las normas por las que debe regirse la construcción de los edificios sagrados.

Podemos mencionar aquí también a la Orden del Temple. «¿Trajeron de Jerusalén, como se ha dicho, arcanos de artesanía antiquísima en lo que se refiere a la arquitectura? ¿Influyó en ellos la visión del antiguo templo de Salomón, reconstruido en mezquita, con su planta octogonal? ¿Hubo alguna sabiduría matemática escondida que el Occidente no conocía entre los muchos documentos y papiros que los cruzados hallaron en la Ciudad Santa? ¿Venía todo ello a través de Israel, desde el antiguo Egipto? Todo es conjetura sobre estos aspectos.


La alquimia pareció ser otro de los renglones favoritos de la Orden. ¿Pero qué era la alquimia sino un intuitivo tanteo de lo que hoy es asignatura corriente en las universidades? El vulgo llamaba magia, con cierto tono entre temeroso y admirativo, a estas investigaciones, reservadas únicamente a los iniciados, como hoy ocurre con los expertos nucleares, también al abrigo de un riguroso secreto oficial…» «Pero el poderío económico, las exenciones, el monopolio de ciertas transacciones, todo ello llevaba fatalmente al choque con el Estado; es decir, con la Corona de Francia. Allí acabó el Temple. Allí también comienza su misterio. Reservado fue todo: los procesos, los interrogatorios, el secuestro de sus bienes por el monarca; las mil y una acusaciones que se formularon contra los caballeros de la Orden…» «Veraces historiadores aseguran que la obra persistió en la sombra hasta desembocar por vías recónditas en los albañiles del otro templo: el de la masonería.»

Hemos entrado en una frase interesante: las hermandades secretas, herméticas, tienen algo muy importante que ver con la construcción de edificios sagrados. Y el templo, el edificio sagrado, se nos aparece como inspirado en un aparato volante de la «divinidad».


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